EL NUEVO DIARIO, ISLAMABAD.- Al menos 19 personas han muerto y otras 19 han resultado heridas en las últimas 24 horas en Pakistán a consecuencia de las fuertes lluvias del monzón, las más intensas registradas en 53 años en la ciudad sureña de Karachi, donde han creado el caos., informaron este viernes las autoridades.
Según datos de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres paquistaní, de entre el total de las 19 víctimas mortales registradas hoy, 14 personas perdieron la vida y otros 8 resultaron heridos en derrumbes de casas y muros en Khyber Pakhtunkhwa (noroeste).
Las lluvias torrenciales han sacudido diversas partes del país en las últimas horas, y Karachi se ha visto especialmente afectada por las precipitaciones récord.
«Nuestros informes muestran que al menos 23 personas murieron ayer en varios incidentes relacionados con las lluvias en diferentes partes de la ciudad», dijo a Efe Ahmed Raza, un portavoz del comisario de Policía de Karachi.
Las lluvias, que han dejado imágenes de calles inundadas y paralizado la actividad comercial e industrial de la urbe, también han dejado al menos 15 heridos.
Muchas zonas continúan bajo el agua y sin electricidad, después de que la ciudad sufriese un apagón en la noche del jueves. El Gobierno de Sindh, provincia de la que Karachi es capital, ordenó este viernes el cierre de todos los establecimientos públicos y privados excepto en el caso de los servicios esenciales.
La ciudad registró ayer las precipitaciones más intensas desde julio de 1967, según datos del departamento meteorológico de Karachi.
«El departamento registró 230,5 milímetros de precipitaciones en la base Faisal en las últimas 24 hora, lo que supone un récord», dijo a Efe el jefe de meteorología de la ciudad, Sardar Sarfraz.
Según datos oficiales, las lluvias del monzón se han cobrado la vida de 125 personas desde el pasado 15 de junio, y 71 personas han resultado heridas.
Durante la época del monzón en el sur de Asia -de julio a septiembre-, los corrimientos de tierra y las inundaciones son habituales y, además de víctimas, se producen importantes daños materiales.
Las peores inundaciones de la historia paquistaní ocurrieron en 2010, tras un monzón extraordinariamente intenso, que se sumó a un deshielo estival también especialmente abundante y ocasionó unos 2.000 muertos y más de 20 millones de damnificados. E
