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18 de diciembre 2025
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OpiniónEduardo Tremols CruzEduardo Tremols Cruz

Adaptarse o desaparecer

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“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.” Charles Darwin

Siempre me ha fascinado observar cómo las personas y las empresas logran adaptarse a nuevas realidades. Cómo algunas evolucionan enfocándose aún más en sus fortalezas, mientras otras desarrollan nuevas destrezas, muchas veces impulsadas por limitaciones de edad, recursos o simplemente por los cambios inevitables del entorno. En todos los casos, hay un denominador común: la apertura al cambio.

En la música vemos ejemplos recientes muy interesantes. Rosalía, por ejemplo, ha sabido leer con precisión el momento cultural que vivimos. En su más reciente propuesta musical, pone en primer plano su voz —una de sus mayores fortalezas— acompañándola de elementos clásicos como violines y chelos. Canciones como Reliquia y la estética profundamente simbólica de su álbum, con referencias claras a lo religioso y lo espiritual, conectan con un anhelo colectivo de volver a lo esencial: a los valores familiares, a la fe, a la contemplación, a estar más presentes y menos atrapados en la validación superficial del “story” de Instagram perfecto.

Otros ejemplos claros de adaptación son Daddy Yankee y Shakira. Ambos, en distintas etapas de sus carreras, han tenido la humildad de colaborar con artistas emergentes o de nicho, entendiendo que la evolución no implica perder identidad. El caso de Shakira con Bizarrap es emblemático: fusiona su talento, experiencia y sensibilidad musical con nuevas tendencias, logrando una vez más una conexión masiva. El resultado es el mismo que ha cosechado durante más de dos décadas: éxito sostenido. Bad Bunny también encarna esta lógica; se atreve a mezclar géneros, incluso salsa, sin renunciar a sus raíces ni a su estilo personal. Evoluciona sin traicionarse.

En el mundo empresarial, Porsche es un ejemplo admirable. Durante décadas fue sinónimo de autos deportivos, pero entendió que su consumidor estaba cambiando. El lanzamiento de modelos como el Cayenne, Macan, Panamera y Taycan implicó asumir un riesgo importante. ¿Hasta dónde innovar sin alienar a la base fiel de clientes? Mantener ese equilibrio —evolucionar sin diluir la esencia— es quizás uno de los mayores desafíos para cualquier marca.

El deporte también nos ofrece grandes lecciones. LeBron James, enfrentando las limitaciones naturales que impone la edad, ha transformado su juego. Pasó de un estilo explosivo y físico a uno más estratégico, apoyándose en el tiro de larga distancia y en una lectura más inteligente del juego. Esta evolución le ha permitido conservar energía, mantenerse competitivo y prolongar una carrera extraordinaria.

En la política, el caso de Donald Trump es un ejemplo contemporáneo de adaptación comunicacional. Su habilidad para transmitir su personalidad directamente a través de redes sociales como Twitter, Instagram y TikTok —muchas veces escribiendo él mismo sus mensajes— demuestra que la evolución no tiene edad. Supo trasladar las estrategias de marca personal que utilizó en el mundo inmobiliario y empresarial a nuevas plataformas, manteniendo coherencia y relevancia en distintas épocas.

En el contexto local, Joaquín Balaguer ofrece otra lección interesante. Tras su derrota en 1978, logró regresar al poder en 1986 entendiendo que no podía repetir la misma fórmula. Supo construir alianzas con antiguos adversarios y rodearse de figuras jóvenes, transmitiendo una imagen de renovación, adaptación y apertura al cambio.

La Biblia lo expresa con claridad en Romanos 12:2:

“No se conformen con este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente.”

Este versículo habla precisamente de evolución, de inconformismo positivo, de valentía para cambiar y adaptarse.

Hoy te invito a reflexionar:

¿Qué habilidades necesitas transformar para responder a las demandas actuales?

¿Qué están pidiendo tus clientes hoy?

¿Qué nichos emergentes, aunque pequeños ahora, podrían convertirse en grandes oportunidades si llegas primero?

Mantengamos nuestra esencia, pero abramos el corazón y la mente al cambio. Ahí suele estar la verdadera clave del éxito.

Te deseo abundancia, paz y un camino lleno de crecimiento. ¡Feliz Navidad!


Por Eduardo Tremols Cruz
@eduardotremolscruz

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