Valoramos como positivo, importante, necesario y oportuno el acuerdo bilateral que, el pasado 12 de enero, suscribieron los presidentes de la RD y de Haití.
En las reflexiones que publicamos con los títulos de “Procede normalizar las relaciones comerciales RD-Haití” (11-6-2017), “La Comunidad Internacional: Ciega, sorda y muda ante la grave crisis de Haití» (16-6-2019) y “La RD ante la crisis de Haití” (11-10-2020), reiteramos el reclamo por la firma de un acuerdo de colaboración múltiple entre las dos naciones que ocupan esta hermosa isla, en base a estas preocupaciones:
Porque “La gravedad de la interminable crisis por la que sigue sufriendo el pueblo haitiano, inequívocamente, se refleja en varios aspectos en la RD, principalmente, en la creciente inmigración irregular e indocumentada.”
“Urge que el gobierno, partidos políticos y determinadas organizaciones de la sociedad civil procedan a definir una estrategia general y objetiva ante la ingobernabilidad del fallido Estado haitiano, ¡antes de que resulte demasiado tarde!”
Debido a que “Esa ingobernabilidad política es, obviamente, complementada con frecuentes acciones callejeras violentas, asesinatos y secuestros que incrementan la inseguridad ciudadana, alejan las inversiones de capital extranjero, las visitas de turistas e inclusive de ayudas humanitarias internacionales.”
Por lo cual, “Huyendo a ese indetenible deterioro de las condiciones de vida, al creciente desempleo, la pobreza e inseguridad, el éxodo de los haitianos aptos para el trabajo aumenta cada vez más. Diariamente tratan de llegar a la RD y, corriendo mayores riesgos, también emigran hacia otros países latinoamericanos.
Ya que “La situación por la que atraviesa el pueblo haitiano, realmente, es lastimera y requiere del diálogo franco entre el liderazgo político, de la sociedad civil y el gobierno, más la sincera acción de la comunidad internacional para ir en auxilio del pueblo haitiano que, se ha demostrado, por sí solo no puede encontrar salidas a sus acuciantes crisis.”
“Ante esa insoslayable y objetiva realidad, en la RD debemos valorar que: a) Haití es nuestro segundo socio comercial. Consumen en grandes volúmenes la producción RD. b) Sus penurias y el derecho a la vida son las condiciones que los empujan hacia la RD, sin documentos e ilegalmente, lo cual impacta en nuestra economía informal y afecta otros componentes importantes de nuestra sociedad.”
Por lo tanto, “Se impone que, mediante el principio ganar-ganar, se identifiquen con claridad los aspectos conflictivos en las relaciones comerciales.”
Y “Consecuente con dicho planteamiento, el gobierno dominicano debe gestionar acuerdos bilaterales sostenibles para consolidar las relaciones políticas, diplomáticas y comerciales entre los dos países. No tenemos otra alternativa, razón por la cual no se puede perder tiempo en las acciones a emprender que garanticen la normalización de unas buenas relaciones comerciales entre la RD y Haití.”
Por esas razones, de este oportuno acuerdo bilateral RD-Haití reivindicamos e importantizamos estas tres cláusulas:
- “La disposición a trabajar en el proceso de identificación y de inscripción en el registro civil haitiano de todos los ciudadanos haitianos que estén en territorio dominicano.”
- “En el ámbito de la salud, con la colaboración de la comunidad internacional… ambos mandatarios se comprometen a cooperar en la construcción de hospitales generales en territorio haitiano.
- ”Tomar las medidas apropiadas, cada país en su propio territorio, para desplegar tecnologías de vanguardia que faciliten eliminar el flujo migratorio irregular, el tráfico y la trata de personas, el flujo de armas, el narcotráfico y el robo de ganado, entre otras actividades ilícitas.”
Para que este positivo acuerdo RD-Haití genere resultados positivos y no se convierta en “un documento de museo” ni se circunscriba a buenas intenciones, es impostergable evaluar y reajustar estas dos preocupantes situaciones:
- a) La actual coyuntura política por la que atraviesa Haití: 1.- El pueblo haitiano está inmerso en un proceso para reformar su constitución. 2.- El Consejo Provisional Electoral no es legítimo. 3.- Las reclamadas elecciones se han programado, tardíamente, para el próximo mes de septiembre. 4.- El período constitucional del actual presidente Moise se vencerá este 7 de febrero. 5.- En estos momentos, la oposición política haitiana está en las calles protestando contra la corrupción y exigiendo la renuncia del presidente Moise.
- b) Es perentorio constituir una comisión mixta con funcionarios del más alto nivel para que elabore y determine los mecanismos, procedimientos y protocolo que facilitarán la implementación del conjunto de cláusulas del acuerdo RD-Haití.
Si a esas dos preocupaciones les encontramos salidas adecuadas y a tiempo, vamos a superar las históricas animadversiones que se anidan en ciertos sectores de ambos países. De esa manera avanzaríamos hacia las anheladas metas:
¡Establecer relaciones de buena voluntad y sostenibles a nivel diplomático, político y comercial entre RD y Haití, lo cual será de mutuos beneficios para los dos pueblos. ¡Ojalá así suceda!
Por Juan López