EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El abogado Gustavo De los Santos, defensor del exadministrador Luis Dicent, manifestó que el apresamiento del imputado se produjo por la lucha de intereses entre banqueros dominicanos.
Según De los Santos, cuando Dicent llegó a la Lotería Nacional la encontró «como un esqueleto» y quiso realizar transformaciones en las operaciones de la institución, lo que, a juicio del abogado, generó un conflicto de intereses entre la entidad y los empresarios que dirigen bancas de Lotería.
El defensor indicó que Dicent presentó iniciativas para restaurar y levantar la imagen de la Lotería, lo que generó inconformidad entre los empresarios porque, según el jurista, «a los banqueros les conviene más contratar los números por afuera para ganar ese dinero directamente».
En ese sentido, el abogado negó que Dicent participara en la articulación y ensayos del sorteo fraudulento que dejó pérdidas financieras por alrededor de RD$500 millones y aseguró que en los audios que sirven de prueba para el Ministerio Público, el exfuncionario no se escucha.
Asimismo, De los Santos explicó que las declaraciones de otros imputados que señalan a Dicent como el cabecilla de fraude, no pueden ser utilizadas en el juicio como pruebas en su contra. El jurista sostuvo que las expresiones de Valentina Rosario y Miguel Mejía no comprometen la presunción de inocencia del exadministrador.
Es por esto que el defensor entiende que las pruebas contra Dicent «no se conectan» unas con otras porque, como explicó, el Ministerio Público las ha armado «de una forma desordenada».
«Hemos comprobado en el Tribunal que las debilidades que tiene el proceso iniciado por el Ministerio Público se han querido convertir en fortalezas ante la prensa», puntualizó De los Santos.
En tal sentido, De los Santos admitió que hubo un fraude en el sorteo, pero «no se ha podido demostrar» la participación de Dicent en el mismo.
El exadministrador de la Lotería está acusado por el Ministerio Público de ser el supuesto cabecilla del sorteo fraudulento que dejó millonarias pérdidas en múltiples bancas dominicanas.
