EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El abogado civil Melanio Ureña, considera que la atención a los envejecientes y personas con discapacidad, requieren de un enfoque integral que combine el cuidado médico con el afecto y la inclusión social.
Asimismo expresó que es necesario fomentar una cultura de respeto, cuidado y valoración de nuestros mayores, reconociendo que su bienestar es un reflejo de los valores de nuestra sociedad. Lamentablemente es parte de lo que está estipulado en la biblia “ya no hay padres para hijos, ya no hay hijos para padres”.
Ureña realizó este comentario al ser entrevistada en el programa “Con la Dra. Controversia” dirigido por Krismeli Brito Padilla, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
Melanio manifestó que ante el contexto de la Ley 87-01 refleja una preocupación profunda por el bienestar para los envejecientes y las personas con discapacidad y el trato digno que deben recibir estas poblaciones consideradas como vulnerables en la sociedad.
Para así poder cambiar la percepción y mejorar el trato hacia los envejecientes es un desafío que demanda la acción conjunta de familias, instituciones y políticas públicas enfocadas en el respeto a la dignidad y la calidad de vida.
Derechos y Bienestar de los Envejecientes
Marco Legal: La ley 87-01 establece las facultades que otorga el Ministerio de Salud Pública para asegurar el bienestar de los envejecientes y personas con discapacidad, enfatizando la importancia de su protección legal y social.
Derecho a la Calidad de Vida: Los envejecientes tienen derecho a disfrutar de una buena calidad de vida, incluyendo atención médica adecuada, asistencia en sus necesidades diarias, y el derecho a ser tratados con respeto y dignidad.
Responsabilidad Familiar y Social: Existe una obligación moral y legal de las familias y la sociedad de cuidar de los envejecientes hasta el final de sus vidas. Esto implica un compromiso más allá de la provisión de cuidados básicos, enfocándose en el afecto, la compañía y el apoyo emocional.
Indiferencia y Degradación Social: Se observa una creciente indiferencia hacia los envejecientes, lo que refleja una degradación de los valores humanos y familiares. Esta situación demanda una reflexión y acción colectiva para revertir la tendencia de abandono y falta de empatía.
Cambio de Paradigma en el Cuidado de los Envejecientes
Importancia del Afecto: Muchos envejecientes valoran más el afecto y la compañía que la atención médica profesionalizada. Un abrazo, un beso, o simplemente pasar tiempo de calidad con ellos pueden tener un impacto significativo en su bienestar emocional.
Desafíos de la Autonomía: Con el avance de la edad, muchos envejecientes enfrentan limitaciones físicas y mentales que les impiden valerse por sí mismos. Es crucial asegurar que reciban el apoyo necesario para vivir con dignidad.
Discriminación y Necesidades Básicas: La discriminación hacia los envejecientes es un problema persistente. Es esencial que haya instituciones y políticas públicas que no solo brinden asistencia básica sino que también promuevan la inclusión y el respeto hacia esta población.
Apoyo Institucional y Comunitario: La falta de instituciones o programas de apoyo efectivos limita la capacidad de mejorar la calidad de vida de los envejecientes. Iniciativas comunitarias y apoyos gubernamentales, incluso modestos, pueden marcar una diferencia significativa en sus vidas.
