El presidente Luis Rodolfo Abinader Corona no entró con buen pie, como se dice popularmente, a administrar el Estado, debido a los estragos dejados por el Covid-19, la tormenta tropical Laura y el devastador “huracán” del gobierno del expresidente Danilo Medina, que arrasó con los recursos del erario.
Para nadie es un secreto, que el presidente Abinader Corona encontró una administración pública en quiebra cuando asumió las riendas del poder el pasado 16 de agosto, pero tampoco es un secreto la diablura que cometieron algunos, por no decir muchos, funcionarios en las instituciones públicas.
Debido a los desmanes encontrados en el manejo de los recursos del Estado en la administración que encabezó el expresidente Medina, es que muchos de los nuevos funcionarios del presente Gobierno han solicitado de urgencia a la Cámara de Cuentas de la República Dominicana que audite las instituciones que recibieron para precisar lo que allí encontraron.
De acuerdo a datos obtenidos, algunas instituciones estatales fueron encontradas en ruinas económicamente por las actuales autoridades gubernamentales, pero será la Cámara de Cuentas y la justicia quienes tendrán la última palabra sobre los exfuncionarios que hayan saqueado el erario, en caso de ser ciertas esas denuncias.
La Cámara de Cuentas no dará abasto para conocer y estudiar “las lluvias” de solicitud de auditorías que está recibiendo de los nuevos encargados de instituciones públicas, por lo que se hace necesario que firmas auditoras privadas, con prestigio, puedan sumarse a los trabajos de auditoría para que culminen en un tiempo prudente.
Luego de comprobarse la veracidad del desfalco y prevaricaciones con los recursos del Estado, los responsables de esos hechos pecaminosos deben responder ante la justicia, en caso de que los haya, como está reclamando una gran mayoría de la población dominicana.
Hay que recordar que ya este lunes, la denominada organización de la sociedad civil “Sed de Justicia” presentó una denuncia-querella ante la Procuraduría General de la República por desfalco y prevaricación contra los exministros de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Pepín y Gonzalo Castillo, este último excandidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y aliados en las elecciones del 5 de julio pasado.
Pero estamos seguros que este no será el único caso que será ventilado en los tribunales judiciales, sino que vendrán otros expedientes de instituciones oficiales que fueron manejadas por exfuncionarios de la administración pasada, como si fueran patrimonios suyos o de sus familias.
Ahora el reto que tiene el presidente Abinader Corona es enorme, debido a que encontró las arcas del Estado sin fondo, y tiene que cumplir en lo inmediato con algunas de las promesas de su campaña proselitista, como es el caso de continuar los programas sociales “Quédate en casa, Pa´Ti, Tarjeta Solidaridad” y otros hasta el mes de diciembre, pero además continuar la lucha contra el temible nuevo coronavirus y aportar los recursos para comprar equipos y la alimentación de los estudiantes, que de manera virtual, iniciarán el año escolar 2020-2021, el próximo 2 de noviembre. Pero el 18 de septiembre inicia un proceso de capacitación de los profesores y maestros que impartirán la docencia en los centros educativos del Estado.
Ante este oscuro panorama, el jefe de Estado ha tenido que apresurarse y enviar al Congreso Nacional, a través de la Cámara de Diputados, un anteproyecto de Presupuesto Complementaria de unos RD$202,000 millones, con el objetivo de honrar esos compromisos en lo que resta de año.
El presidente Abinader Corona en su discurso de toma de posesión el 16 de agosto, con una visión clara y precisa, se adelantaba y anunciaba al país lo que iba a encontrar en el Estado: Aumento desproporcionado de la deuda interna y externa, instituciones públicas sin fondos y actos de corrupción hasta más no poder.
Creemos y estamos seguro que Luis Rodolfo Abinader Corona sabrá torear con los innumerables problemas encontrado en la administración pública y cumplir a la población con las promesas que hizo en la pasada campaña electoral, ya que ha demostrado que es un hombre de palabra.
Pero ahora es la justicia dominicana quien tiene la “sartén por el mango” y le tocará jugar su rol, sin contemplaciones, contra aquellos que valiéndose de sus funciones en el pasado gobierno incurrieron en desfalco y prevaricación para aprovecharse de los recursos del Estado.
*El autor es periodista
