“Los cobardes mueres muchas veces antes de morir; el valiente nunca saborea la muerte sino una vez.” Julio César
Abel Martínez de haber sido fiscal de Santiago y de ahí el flamante presidente de la Cámara de Diputados de la República y de ahí escalar la primacía municipal del Cibao, al ser el alcalde de Santiago de los Caballeros, miembro del otrora poderoso comité político del PLD, ha roto la supremacía generacional a lo interno de ese partido, pero no de esa organización morada repleta de glorias del pasado, sino de la que se encuentra en sus postrimerías y solo acciona para justificar un supuesto manejo doloso de la cosa pública durante un ejercicio del poder bastante longevo.
El devenir del proyecto presidencial de Abel Martínez tuvo inicios con la fuerza de un huracán a lo interno del PLD, sin embargo, al obtener la candidatura ha pasado a ser un ventarrón anémico. Por diversas razones, desde que se pronunció contra el país y a favor de la comunidad internacional en la campaña de descredito contra la República Dominicana, cambiando de esta forma su postura ante la problemática de la migración haitiana.
Parecería ser que el primer candidato del PLD que no nació ni antes ni durante el régimen que constriño el país durante 31 años y cuarto en su historia detrás de Bosch, Fernández y Medina; no ha leído ningún trabajo del consultor político Dick Morris y mucho menos comprende el daño que ese cambio de postura populista le ha causado a su proyecto. Peor aún, en medio de la debacle morada.
Con su accionar avasallante desde las posiciones de poder que ha ostentado; contra sus propios compañeros de partido, le esta pasando factura con miras al torneo electoral del 2024, con la salida de Julio Cesar Valentín y la hecatombe que ha ocasionado en Santiago, provincia de la cual el candidato del partido Bosch debería salir más fuerte, en estos momentos el Partido de la Liberación Dominicana se encuentra en un proceso de desmembración que encabeza Julio Cesar Valentín.
A nivel nacional las renuncias no han cesado, ya sea que aquellos que se marchan del PLD, pasan a la FP o al PRM. Esto ha evidenciado una incapacidad para aglutinar voluntades de parte del candidato morado que en medio de su trayecto recorrido ha puesto en evidencia muchas deficiencias y desconocimiento de problemáticas nacionales.
Sus intentos de arengar las filas moradas han sido en vano, no únicamente por el éxodo masivo de dirigentes que abandonan su organización, sino también por incuestionable intento de tratar de vender la idea de que el PLD es un partido nuevo y que nunca ha gobernado con el sofisma de que las cosas estaban mejores con ellos administrando el Estado, un discurso incoherente y sin mucho enganche entre esa clase media que fue su base social durante esas 6 victorias consecutivas y hoy les ha da la espalda.
La pregunta del millón en la coyuntura actual del PLD, es: ¿Dónde está Margarita Cedeño?
Luego de la derrota humillante a la que fue sometida, no se ha presentado ni en las reuniones del comité político, lo que hace pensar que algo huele mal en el PLD, porque otra renuncia de un miembro del CP, seria desastrosa para esa organización.
En medio de las festividades de fin de año se publicó un análisis en la prensa escrita, titulado Abel Martínez, el político del año. Cada quien tiene su opinión al respecto es el derecho que acoge a cada persona, sin embargo, es bastante vergonzoso que un artículo de opinión escrito sea tomado por la dirigencia morada que agoniza en su desesperación y procedan a publicar falsas portadas de periódicos y medios impresos de preponderancia mundial con la noticia de que el New York Times, Forbes y El País han declarado que su candidato es el “político del año”, tal cual la propaganda de Joseph Goebbels, repetir una mentira mil veces hasta convertirla en verdad, el único error de calculo es que el acceso a esos medios esta a un solo clic en cualquier computador y smartphone.
Por increíble que parezca la candidatura de Abel Martínez ha sido más traumática que la del tristemente célebre penco. El PLD, está recorriendo el camino del PRSC y del PRD, pasando de partido mayoritario a minoritario con accionar de bisagra del sistema.
Tratan de desconocer su realidad con el absurdo discurso de que se fortalecen, parecería ser que son el único partido político en la historia que se vigoriza con las renuncias de su dirigencia, han cambiado la máxima política que plantea de que se gana sumando.
Las deficiencias políticas, su incapacidad de aglutinar voluntades, su inhabilidad para gestionar alianzas y la desmoralización del PLD hacen que la candidatura de Abel Martínez, sea la crónica de una derrota anunciada.
Creo prudente concluir con la siguiente frase de Alessandro Manzoni, citó: “Los pueblos aprenden más de una derrota que los reyes de la victoria.”
Por; Jesús M. Guerrero