¨Mujer, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si yo alguna vez te he dejado de adorar¨
El pasado 31 de agosto 2017 nos espelusnamos con la noticia de cómo fue hallado el cuerpo de la adolescente Emely Peguero.
¿Quién la mató?
La mató la ignorancia, la exclusión, la pobreza, la complicidad, la impunidad, y el abuso de una familia deprevada y sin valores.
Justamente un año después, el pasado el 01 de septiembre 2018, recibimos la trágica noticia de muerte de una joven con apenas 21 años, Andreea Celea Voicila. Esta joven se convirtió en la mujer 48 en lo que va de año en morir en manos de su pareja o expareja, es decir, 6 mujeres cada mes. Tristemente los femenicidios se han convertido en una epidemia en la República Dominicana. Este hecho me dejó consternado, nadie merece morir así, y menos una joven con toda su vida por delante.
Por eso todos los días me pregunto:
¿Qué nos pasa?
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Aunque muchas veces en nuestro país todos los problemas se simplifican, en vez de estudiarlos para buscarles soluciones duraderas, yo lo veo muy sencillo:
Del 1990-2000, las llamaban Chicas Bepper. Del 2000-2010, les llamaban Megadivas. Desde el 2010 a la fecha, les llaman Chapiadoras. La sociedad ha dañado la moral de la mujer dominicana. Por eso son vistas por algunos como pedazos de carne y todos somos cómplices.
Hombres agreden verbalmente a las mujeres y nadie hace nada, mujeres son asediadas e intimidadas cada día con comentarios obscenos sobre su apariencia fisica. Pese a que es un acto claro de violencia, algunos hombres no lo ven así, pues asumen que no está mal y hasta las culpan por vestirse «de forma llamativa».
El reto mayor es concientizar a la sociedad de que la violencia no es solamente la agresión fisica. Hay indicadores, el control, las peleas, los celos, la vigilancia, las amenazas y luego los golpes.
Como sociedad debemos dar seguimiento a las mujeres que son maltratadas fisica y verbalmente para que alerten de cualquier incidente que eventualmente las pongan en peligro para así evitar que se concreten casos de violencia. Además, urge la creación de un protocolo para atender la violencia contra las mujeres, para ello debemos sumar todos los esfuerzos posibles de las instituciones del Estado dominicano y de toda la sociedad en su conjunto.
Inteligentes, hermosas, cariñosas, emprendedoras, soñadoras. En fin, para mí todo lo bueno tiene cara de mujer. Construyamos la paz. Erradiquemos la violencia contra la mujer. Basta ya de tanta violencia, basta ya de tanta descomposición.
No se trata de ganar elecciones, se trata de ganarse el corazón de la gente.-
Autor: Jorge Feliz Pacheco