EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Caos, incertidumbre y desconcierto fue el escenario suscitado el 25 de septiembre de 1963 el presidente constitucional, tras el profesor Juan Bosch y Gaviño recibir un golpe de Estado encabezado por el coronel Elías Wessin y Wessin y sustituido por una junta militar de tres hombres presidida por Emilio Santos, un acontecimiento que dio un giro hacia la posteridad de la historia dominicana.
Fue evidente desde el 20 de septiembre de 1963, pues, los grupos empresariales llamaron a una huelga general que paralizó por dos días al país. Esta huelga se interpretó como una señal para los militares que era oportuno dar el golpe de Estado que ya estaba planificado.
El contexto histórico político y constitucional
Después del ajusticiamiento del dictador Trujillo en 1961, Juan Bosch regresó al país y participó en las elecciones siendo electo el 20 de diciembre de 1962 como presidente por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y asumiendo la Presidencia de la República el 27 de febrero de 1963.
Se establece con este infausto tramo hacia la transición democrática que se iniciaba en la estructura política y social dominicana, esta de una Constitución progresista basada en las libertades y la justicia social. Los grupos de fuerzas y de poder se incorporaban para derrocar de manera estratégica y silente, al incipiente gobierno de los menos «afortunados, de los hijos de Machepa, de los olvidados».
De ahí que Bosch, en su Composición Social Dominicana explicara la estratificación social como: La clase alta, la Burguesía, la pequeña Burguesía, la mediana, la clase baja y muy baja. Ahí radicó la esperanza de restituir los derechos por medio de este máximo fundamento jurídico de la nación.
Expertos analizan golpe de Estado y la Constitución 1963
Sobre los mecanismos para detener o responder al golpe de Estado, el historiador t catedrático cubano Eliades Acosta reconoció que, “no podía hacer más de lo que podía. Sus relaciones con los militares siempre fueron frágiles y tensas, y sabía que esa gente no era a fin a su gobierno y que lo que podía en todo caso, era ganar tiempo. En cuanto a los aparatos de seguridad, estaban infiltrados, también”.
En una entrevista para Acento TV fue preguntado si identificaba algún grupo para interrumpir el gobierno democrático de Bosch, a lo que respondió que: “Si en el Departamento de Estado y en la CIA, y que eran grupos independientes o gobiernos invisibles o Estado profundo que tienen su agenda particular dentro del marco de una agenda general de gobiernos y tienen capacidad de acción”.
De su lado, Roberto Cassá, director general del Archivo General de la Nación reflexionó a propósito de la Gesta del 24 de abril de 1965, para afirmar que la Constitución de 1963 fue abolida de manera ilegal por los militares.
Te podría interesar: Constitución Política de la República Dominicana de 1963 (acnur.org)
“Instantáneamente, la gente salió a reclamar a las calles, es decir, el pueblo estaba esperando eso, fue una demanda, no fue invento. Era un sentimiento de unidad nacional”, al referirse a la Guerra del 24 de Abril de 1965 que fue consecuencia a lo que antecedió el gobierno de Bosch y los vestigios del Golpe de Estado.
Esta Constitución de 1963 considerada una de las más garantistas y avocadas a un Estado Democrático Social y de Derecho, contemplaba la posibilidad de reivindicar a las clases populares y a los sujetos sociales en materia de derechos a la educación, la vivienda, alimentación, la protección, la producción asociativa, la tenencia de tierras y los salarios.
El preámbulo de la Constitución de 1963
Los diputados del pueblo de la Nación Dominicana, reunidos en Asamblea Revisora de la Constitución por voluntad y elección de las provincias y el Distrito que la componen, en su cumplimiento del mandato recibido el de diciembre de 1962 para proveerla de una Carta Fundamental humana, democrática y revolucionaria, para nosotros, para nuestros descendientes y para todos los hombres de buena voluntad que quieran convivir con los dominicanos, invocando el amparo de Dios para que los altos fines por ella perseguidos sean, cabalmente, alcanzados y mantenidos.
Medidas implementadas por Bosch bajo su gobierno democrático y liberal
Las disposiciones tomadas por Bosch a beneficio de las libertades y la justicia social en su escueto gobierno constitucional, considerado como uno de los más garantistas, entre las que figuraron: Estas son algunas de las disposiciones tomas por el gobierno del profesor Bosch como, la rebaja del sueldo de los funcionarios y del presidente, este último sufrió una reducción de 5,000 a 500 pesos, un Plan Nacional de Alfabetización, cobertura de la sanidad pública, regulación de precios en la canasta familiar, concesión de préstamos blandos a pequeñas industria.
Asimismo, la creación de una zona franca en Puerto Plata, la creación de las escuelas vocacionales y becas para estudios superiores en el extranjero, la unificación arancelaria, la producción de energía de bajo costo mediante hidroeléctricas, el enfoque social y económico de la pesca, y la promulgación de una nueva Carta Magna conocida como la Constitución de 1963, la cual contemplaba la libertad sindical, condenaba el latifundio y prohibía a los extranjeros poseer tierras en el país y la Ley que establecía un tope para el precio del azúcar.
Una conmovedora carta al pueblo dominicano
“Ni vivos ni muertos, ni en el poder ni en la calle se logrará de nosotros que cambiemos nuestra conducta. Nos hemos opuesto y nos opondremos siempre a los privilegios, al robo, a la persecución, a la tortura. Creemos en la libertad, en la dignidad y en el derecho del pueblo dominicano a vivir y a desarrollar su democracia con libertades humanas, pero también con justicia social.
En siete meses de gobierno no hemos derramado una gota de sangre ni hemos ordenado una tortura ni hemos aceptado que un centavo del pueblo fuera a parar a manos de ladrones. Hemos permitido toda clase de libertades y hemos tolerado toda clase de insultos, porque la democracia debe ser tolerante; pero no hemos tolerado persecuciones ni crímenes ni torturas ni huelgas ilegales ni robos porque la democracia respeta al ser humano y exige que se respete el orden público y demanda honestidad.
Los hombres pueden caer, pero los principios no. Nosotros podemos caer, pero el pueblo no debe permitir que caiga la dignidad democrática. La democracia es un bien del pueblo y a él le toca defenderla. Mientras tanto, aquí estamos, dispuestos a seguir la voluntad del pueblo”.
