ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
30 de diciembre 2025
logo
OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

201 millones en un Censo del patrimonio estatal: ¿valen tampoco poco los pesos?

COMPARTIR:

Reseñada en un reportaje en el Listín Diario de ayer,  aparece la información proporcionada por el Ministro de la Presidencia, Joel Santos, en la que se da cuenta  de que el Censo del Patrimonio Estatal costará unos 201 millones de pesos. Al ver la información me pareció que se estaba sobrevaluando el costo en que debe incurrir el gobierno para inventariar su patrimonio, pero dejémoslo ahí, porque no sabemos que es lo que van a hacer, para que lo van a hacer, después que al Estado le han quitado gran parte de su patrimonio.

Esa gran parte de su patrimonio que se le ha quitado al Estado dominicano son los activos físicos  de que se han adueñado grupos empresariales, mediante donaciones de gobiernos entreguistas. Por los efectos de una campaña mediática, muchos dominicanos, como ocurrió con la llamada Marcha Verde, se llenan de ilusiones como papanatas, creyendo que este gobierno combate la corrupción. Este es un gobierno de la gran burguesía, dicho con palabras llanas del gran empresariado, de los grandes tutumpotes como diría el profesor Juan Emilio Bosch Gaviño. Quienes piensen lo contrario de un gobierno que tiene atados todos sus vínculos con el empresariado dominicano, están pensando incautamente como sandios, tontos, mamarrachos, zoquetes o papanatas.

Nada más hay que ver como se ensalza tanto al actual Ministro de Turismo, cuando la campaña mediática lo engalana por  sus iniciativas en promover las  acciones de la “industria sin chimenea”, pero por más que quieran promoverla los grandes ricos para llenar como monstruos sus fauces, está   afectada por el desgraciado sargazo que es inevitable si no cambiamos nuestro comportamiento con la madre tierra. El gran grito de la madre tierra vino con la pandemia de la COVID-19 y todavía no se ha querido entender, sobre todo la clase dominante. ¿Quién es el Ministro de Turismo? ¿Por qué lo vendieron como un paradigma a ese joven emprendedor? ¿Por qué tanta campaña mediática a favor del hoy gran funcionario? ¿Con quién o quienes tiene ese joven funcionario sus vínculos? Por supuesto no es con los desharrapados.

No es con los pobres que David Collado tiene vínculos si no con los grandes ricos. ¿Quién fue a presentarlo como candidato a síndico por el Distrito Nacional hace unos años? Esa fue una señal que mandó que tienen parte del poder factico: El dinero o las grandes propiedades. Fue un representante del gran empresariado el que fue a acompañarlo a la Junta Central Electoral, un joven como él sobre todo en ese momento, porque siguen siendo jóvenes pero como a todo el mundo los años le van pasando, pero parece que los grandes ricos quieren hacer apuestas a los jóvenes y quieren deshacerse de los viejos.

Pobre senectud, pero también pobre mente, no pobremente como iba Dominique según la canción de la monja de nacionalidad belga. Pero si hoy son pobres   mentes  las de no pocos seres humanos y sobre todo la mente de los grandes ricos que buscan destruir el planeta, con la intención de mantener sus privilegios, pobre nos parece que es la mente de Abanador y la élite que domina el gobierno en la República Dominicana. Ahora bien, es un asunto de sentimiento y de interés de clase. Hace unos 50 años y meses, cuando Caamaño acababa de llegar en La Guerrilla de Febrero, según creo que relató Hamlet Herman en uno de sus libros, aquel al escuchar en una crónica de noticia radial que su padre dijo  que estaría dispuesto a combatir a la guerrilla, al referirse a lo escuchado que se atribuía a su padre,  dijo: “valió más el sentimiento de clase que la sangre”.

En la sociología comprensiva o weberiana, fundada por Max Weber, que podría parecérsenos una psicosociología*, se habla del sentido mentado del actor social; el presidente Abinader o uno de sus funcionarios, bien puede ser el Ministro de la Presidencia,  al instruir la realización de un Censo del Patrimonio del Estado, tiene como actor una intención. Esta viene a ser el sentido mentado o sentido subjetivo del actor, es decir, lo que está pasando por la mente del actor, su intención cuando va a poner en ejecución su acción. Para poder estar seguro de que la intención del actor, ya sea el presidente u otro funcionario, es buena o es mala, hay que pensar en cuales consecuencias que podrá traer ésta y que el actor piense en ellas con lo que va a hacer o está haciendo. Para poder captar en lo que está pasando por la mente de un presidente o de un funcionario debemos pensar en qué pasó por su mente antes, como por ejemplo, en que pensó Abinader con la creación de la Oficina de las Alianzas Público-Privadas y la eliminación del Consejo Estatal del Azúcar y del Inazúcar.

Una cosa muy distinta hubiese sido si El Presidente y/o El Congreso en vez de aprobar, promulgar o emitir leyes o decretos que disolvieran esos dos institutos, primero llaman a realización del censo de los bienes del Estado, y luego de  realizado este, proceden a asegurar de que de dichos bienes no será enajenado el mismo. Por el contrario, el gobierno debía de proceder a recuperar todas las tierras del CEA y quitarle  su posesión a los particulares (anular títulos apócrifos de propiedad), considerar si es pertinente reactivar la producción azucarera y la producción de etanol, considerar si una parte de esas tierras pueden ser dedicadas a otros cultivos en proyectos de la reforma agraria. En fin, el presidente Abinader   comenzó por destruir parte de las oficinas públicas, cuando en realidad debió recuperar bienes del Estado.

No se es enemigo de la corrupción porque se quiera vender las empresas o los bienes del Estado al sector privado, a los grandes empresarios, siendo estos los grandes evasores de impuestos y por lo tanto grandes corruptos. La empresa privada, sobre todo la gran empresa, es una muy corrupta, porque evade el pago al fisco de grandes sumas de dinero y los gobiernos que le han permitido  eso son corruptos al igual que ellos o que saben que gobiernos pasados se lo permitieron y los que no actúan hoy contra esas empresas reclamando el pago evadido en el pasado son corruptos. Abinader no ha levantado, por lo menos públicamente, ninguna demanda  contra empresarios privados que en el pasado hayan evadido el fisco. No creemos que este censo traiga mejora en el bienestar de los dominicanos.  Nadie sea haga ilusiones, auyamas no paren las calabazas y ni tampoco se pueden pedir peras al olmo.

Por Francisco Rafael Guzmán F.

Comenta