EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Las elecciones generales de 1982, iban a ser los primeros comicios nacionales a los que El Nuevo Diario daba cobertura noticiosa.
Surgíamos como periódico de circulación nacional exactamente un año y una semana antes de que los ciudadanos dominicanos acudieran a las urnas para elegir a un nuevo presidente de la Repúblicas y demás autoridades legislativas y municipales.
Eran tiempos diferentes y por consiguiente, se desarrollaba un ejercicio de la política distinto. Una época de mucha tensión, que generaba frecuentes confrontaciones partidarias, con la violencia y agresividad entre militantes y simpatizantes de los partidos contrarios, que daban grandes titulares a los medios de comunicación.
El Nuevo Diario relata de manera puntual los acontecimientos político-electorales de esa época. Entramos a nuestros archivos y escarbando en la colección de aquellos ejemplares de nuestro primer año de circulación encontramos la descripción de los eventos y aquí lo refrescamos en textos e imágenes para nuestros lectores y seguidores.
Transcurrida una campaña agitada y violenta el país logró tener unas elecciones y resultados en sentido general sin mayores traumas en lo que respecta a su fase final…hasta llegar (en el proceso de transición) a la tragedia del suicidio del presidente saliente, Antonio Guzmán Fernández, que muchos, sin los elementos probatorios, atribuyeron al resultado electoral que favorecía a su propio partido.
La contienda de 1982 juntaba a unos 14 partidos y movimientos políticos, pero las posibilidades se reducían a sólo tres organizaciones: los partidos Revolucionario Dominicano (PRD), Reformista (PR) y de la Liberación Dominicana (PLD), aunque los dos primeros centraban la simpatía de la mayoría del electorado.
Salvador Jorge Blanco, por el PRD, Joaquín Balaguer, del Partido Reformista y Juan Bosch, PLD, competían por la Presidencia de la República. La percepción y el sentir proyectaban un triunfo del primero, y fue lo que finalmente certificó la Junta Central Electoral (JCE), entonces presidida por Manuel García Lizardo.
No fue sino hasta dos días después de las elecciones del 16 de mayo, que la JCE daba un resultado, por demás preliminar y en su edición No. 320, del 18 de mayo de 1982, El Nuevo Diario titulaba en grande: Victoria del PRD.
Era el tercer triunfo presidencial de ese partido luego del obtenido en 1978 (Antonio Guzmán Fernández), cortando 12 años virulentos de administración balaguerista y en el 1963 (Juan Bosch Gaviño), un efímero mandato que fue malogrado por un golpe de Estado siete meses después.
El mismo día que la JCE declara el triunfo de Salvador, los candidatos Juan Bosch, José Rafael Abinader (Alianza Social Demócrata) y otros aspirantes con escasas posibilidades felicitaban al ganador, pero Balaguer, su más cercano contendor, lo haría varios días después a través de un telegrama en el que el líder reformista le deseaba a Jorge Blanco “los mejores aciertos”, añadiendo que su elección era para “gloria suya y beneficio de la nación”.
En el escrutinio, Balaguer alcanzó el segundo lugar, siendo superado por Jorge Blanco por más de 136 mil votos, mientras Bosch quedaba relegado a un lejano tercer lugar, como ya se había proyectado.
El PRD obtenía 18 senadores y 64 diputados, los reformistas 9 bancadas en el Senado y 48 asientos en la cámara baja, mientras el PLD apenas alcanzaba 7 diputaciones y ningún senador.
En ese mismo proceso, José Francisco Peña Gómez, quien años después se presentaría como candidato presidencial, resultó electo síndico de Santo Domingo (Distrito Nacional). Con una enorme y probada popularidad extrañamente nunca llegó a ser presidente de la República.
Jorge Blanco terminaría en prisión, luego de pasar un juicio acusado de cometer serios actos de corrupción en el ejercicio de la administración pública, proceso que su partido, familiares y adeptos atribuyeron a una tenaz persecución política por parte de Joaquín Balaguer, a quien había derrotado pero que le sucedería en el cargo en el 1986.
Hasta llegar a las urnas
Aunque las votaciones se desarrollaron en calma y sin incidentes para lamentar, no siempre fue así en todo el camino recorrido hasta llegar a las urnas.
El ejercicio del sufragio fue precedido por hechos muy violentos y sangrientos, registrando varios fallecidos y más de 50 heridos, en particular cuando reformistas atacaron una caravana del PRD en La Vega, publicaba El Nuevo Diario el lunes 03 de mayo de 1982.
Dos días después la violencia volvía a estallar y esta vez las víctimas eran los reformistas, cuando una bomba de fabricación casera explosionó durante una manifestación política encabezada por Balaguer, cuya escolta reaccionó con varias ráfagas de disparos sin que milagrosamente corriera la sangre.
El propio Balaguer, en declaraciones a los medios, descartó que el lanzamiento del artefacto tuviera el propósito de matarlo, como recoge este periódico en su edición del 5 de mayo de 1982.
Haina, San Cristóbal, también fue escenario de violencia política, cuando el 12 de mayo un enfrentamiento entre perredeístas y reformistas arrojó más de 15 personas heridas, algunas de gravedad.
Lo propio ocurrió en Santiago, con siete personas lesionadas, luego de un enfrentamiento a pedradas.
Denuncia de fraude
El fantasma del fraude, presente antes y después de esos comicios, no estuvo ausente durante el proceso de 1982.
Apenas dos semanas antes de las elecciones, Peña Gómez denunciaba que los reformistas tenían más de 200 mil carnes electorales (documento válido para votar en la época) falsos.
Es el propio Balaguer que pide a la JCE convocar a una audiencia, para que el PRD le probara la acusación del presunto fraude.
En ese preludio, Peña Gómez amenazaba con llamar a la lucha en las calles si se desconocía la voluntad popular, aludiendo a un triunfo electoral del PRD que se proyectaba.
Se dio la transición, en la que personas como Hatuey De Camps, Ivelisse Prats, Manuel de Ovín Filpo, Pedro Delgado Malagón, Antonio Rosario, Bernardo Vega, Milton Messina, Ramón Alburquerque, Rafael Flores Estrella y Antonio Pérez, desempeñaron un rol estelar.
Jorge Blanco asumió, completó su período con altas y bajas y la historia recoge los demás aspectos. Enfrentó una poblada popular en abril de 1984, tras la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y al día de hoy el número de muertos sigue siendo impreciso pero escandaloso.
Hecho a destacar: En las elecciones de 1982 las Fuerzas Armadas se vieron precisadas a pronunciarse, advirtiendo que había que respetar la voluntad popular expresada en las urnas, acatando los resultados de los comicios.
Dato a resaltar: El presidente Guzmán Fernández, quien terminaría con su vida de manera trágica, dio titulares a los medios cuando exhortaba a un comportamiento cívico a la población y llamando a que los resultados electorales fueran acatados.
