Pocos dominicanos, por muchas y conocidas razones, son merecedores por su trabajo y sus excepcionales condiciones humanas de merecer el reconocimiento de una calle con su nombre como Rafael Corporán de los Santos.
Increíblemente la ley que la designa duerme el sueño de los justos en la Cámara de Diputados, algo inexplicable porque todos sabemos que el Presidente de la misma es un ser humano de igual extracto social y condiciones humanas del viejo Corpo.
La razón está en la calle escogida para designar con el nombre del radiodifusor y filántropo, Summer Wells un senador norteamericano de grata recordación histórica para nuestro país.
Eso es entendible, pero ahora que se construye una nueva línea del Metro está abierta la oportunidad para que una estación del mismo honre la persona y la memoria de un gran dominicanos como lo fue Rafael Corporán de los Santos.
La idea está lanzada, el nombre de Corporán debe estar en una calle de la ciudad capital, o en una estación del nuevo Metro se le debe, se la ganó en vida, y además sería reconocer a los miles de hombres y mujeres que nacieron pobres, salieron de la pobreza y dedicaron su trabajo y recursos en ir en auxilio precisamente de los que menos han tenido siempre, ese es el caso de Corporán.
POR GERMÁN MARTÍNEZ