“La acción política es una lucha de voluntades. ¿Cuáles obedecen a nuestra voluntad y cuáles a la voluntad contraria a la nuestra?” Juan Domingo Perón
Es un hecho notorio que la operación falcón ha sido un duro golpe propinado contra el bajo mundo del narcotráfico, cosa que ha develado la supuesta y vergonzosa complicidad de algunos actores del escenario político nacional con el hampa. Dicha organización criminal que ha sido desmantelada en una operación en conjunto con la DEA, traficaba 10 mil kilos mensuales, es decir, 2500 kilos a la semana desde el 2017 al 2020 incrementaron sus operaciones delictivas.
Lo que ocasiona suspicacia respecto al manejo de la administración pasada ante el flagelo que es el tráfico de estupefacientes. Lo curioso de esto es que cuando la embajada americana, cuestionó la corrupción del gobierno encabezado por Danilo Medina, este ripostó visiblemente alterado con la siguiente respuesta: “¿Cuál corrupción?”; mientras afirmaba que Estados Unidos de Norteamérica es una avenida con 10 carriles para las drogas.
La pregunta obligada, ¿Cómo la organización pudo operar con tanta facilidad durante su gobierno y por demás, también Cesar el Abusador?
Parecería ser que, durante los últimos 8 años del PLD, no hubo voluntad política para enfrentar el crimen más bien hubo complicidad, para dejarle el camino libre.
El PLD anuncio que expulsará de sus filas a cualquiera de sus miembros vinculados al narco, partiendo del audio aquel de Cesar el Abusador publicado en El Nuevo Herald, ya saben por quién empezar o va como aquello del rumor público.
Uno se pregunta: ¿Dónde estaban los servicios de inteligencia y seguridad del Estado durante los 8 años finales del PLD?
Al parecer únicamente al servicio de la persecución política contra todo aquel que fuera disidente del danilato, para muestra un botón ver que el subdirector del DNI de aquellos tristemente célebres 8 años y al mismo tiempo delegado electoral del PLD ante la JCE.
Citó un fragmento del libro Diálogo en el infiero entre Maquiavelo y Montesquieu: “Menos necesidad tiene el orden público de talentos que de hombres adictos al gobierno. La capacidad suprema reside en el trono y entre los hombres que lo rodean; en cualquier otra parte es inútil, hasta nociva, diría porque solo se la utilizaría en contra del poder.”
Partiendo de esta premisa, es evidente que lo único que importaba durante esos 8 años era el poder por el poder, los lujos y desenfrenos dignos de los hombres mediocres. Poco importaron el pueblo y las transformaciones sociales.
Creo que las escrituras sagradas explican a la perfección porque, por sus frutos los conoceréis. Ahora vemos voluntad política para adecentar el ejercicio político y volver a las ideas dentro del marco electoral, que es lo que podrá fortalecer nuestra institucionalidad con miras al futuro que se robustece con una clase política sana que es la mayoría que también es víctima de estos que pululan para asaltar los liderazgos orgánicos en sus comunidades.
Concluyo con la siguiente frase del libro Diálogo en el infiero entre Maquiavelo y Montesquieu de Maurice Joly: “Lo esencial es no colocarse en contradicción consigo mismo.”
Por; Jesús M. Guerrero