EL NUEVO DIARIO, Santiago de Chile- El secretario ejecutivo del Movimiento de Acción Migrante (MAM), Eduardo Cardoza, consideró que si la Cámara de Diputados chilena finalmente impone el requisito de visado a los inmigrantes haitianos que llegan a Chile habrá un aumento «notorio» de irregularidades.
En una entrevista a Efe, el dirigente aseguró que se trataría de una experiencia que el país austral ya tuvo con los dominicanos en 2012 y que significó un aumento de la irregularidad, producto del aprovechamiento que las bandas de tráfico de personas hicieron de esa circunstancia.
«Creo que el tráfico tiene que ver con bandas organizadas por un lado, y por otro, con la poca información que el Gobierno de Chile da a los haitianos respecto de las condiciones de trabajo y a las condiciones sociales a las que vienen a integrarse», apuntó.
Para Cardoza, cuando se ponen restricciones «muy fuertes» a la movilidad se generan «ámbitos negativos».
«El mejor control migratorio que puede hacer Chile, más que poner barreras, es decir la verdad de cómo se recibe a la migración en Chile y en qué condiciones», señaló.
El secretario lamentó la falta de «voluntad política» de Chile y de sus dirigentes para abordar la migración y elaborar una nueva ley que sustituya a la Ley de Extranjería y Migraciones, promulgada en 1975 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando en el país austral los extranjeros no superaban las 100.000 personas y se les consideraba potencialmente peligrosos.
Esa ley, para el Visado, afirma Cardoza, «constituye una vergüenza internacional porque Chile ha firmado tratados y convenios internacionales» que tiene «el deber de aplicar».
Por ello, criticó el retraso en la reforma de la normativa migratoria y reiteró que su agrupación lleva tres años realizando esfuerzos para elaborar «la mejor ley migratoria de América Latina», debido a que iba a ser la última y a contar con la experiencia de los demás países de la región.
En lo que se refiere a la libre circulación por América Latina, Cardoza reclamó que pese a haber bloques regionales, estos no supongan una oportunidad para mejorar la integración de Chile en la región.
Además, recalcó que la previsión demográfica de Chile es la de un país que está envejeciendo, como otro países de la región, por lo que espera que en unos años se den cuenta que la inmigración «es más segura y necesaria para el desarrollo del país».
«El mundo está diciendo que los derechos humanos de las personas en movilidad, más que un obstáculo para el país o un coste suplementario, significan todo lo contrario, significan posibilidad de desarrollo o avance en tecnología», destacó.
Por este motivo, Cardoza lamentó que Chile, en el que hay unos 600.000 inmigrantes, según el director general de Asuntos Consulares y de Inmigración de la Cancillería, Carlos Appelgren, no se respete más la diversidad y sea más inclusivo como otros países.
El secretario declaró que en ese sentido «hay mucho camino a recorrer» debido a que las cosas que se están haciendo están localizadas y no tienen un marco jurídico de base que lo apoye, lo que provoca que la población migrante tenga «los derechos vulnerados y se generen «situaciones nefastas».
«Creo que las migraciones van a seguir aumentando y como uno las gestione depende cuán beneficiosas pueden ser para los países», finalizó.
