Por: Creiddy Peña.
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El pastor y conferencista Carlos de los Santos habló sobre la influencia de la brujería en las vidas de las personas y aseguró que quienes la practican se comprometen con el diablo entregando poder sobre la familia hasta la sexta y séptima generación.
“La gran pregunta es, ¿usted va a solucionar un problema vía la brujería?, cada vez que usted entra por la puerta de un hechicero usted está haciendo un pacto con el diablo, y cada vez que usted hace un negocio con un brujo, usted está comprometiéndose usted y la familia, y hasta su sexta y séptima generación”, explicó.
De los Santos emitió sus declaraciones en una entrevista realizada por la conductora Krismeli Brito Padilla, en el programa Con la Dra. Controversia, el cual se transmite en la plataforma digital de El Nuevo Diario TV.
(Ver entrevista a partir del minuto 2:21).
De los Santos indicó que así como Dios trabaja por generaciones, el diablo copia del reino de Dios haciendo lo mismo, y dijo que no es un secreto para nadie que normalmente cuando la abuela de una familia practica la hechicería, antes de morir, ya los demonios le informan a quien ungirán para la continuación de la hechicería en esa familia.
“La consecuencia más nefasta de practicar la brujería es que eso inevitablemente provoca una enemistad con Dios, y no solo eso, cuando una persona en la familia se involucra en este tipo de prácticas, le abre puertas legales al mundo del infierno de Satanás y sus demonios para que actúen en la vida de esa persona”, aseguró.
En ese sentido, De los Santos expuso que una manera de detectar la influencia demoníaca en el matrimonio es la disfunción sexual, la cual es causada por los demonios íncubos y súcubos, para crear descontento entre el matrimonio y luego presentar alternativas de pareja fuera de la familia provocando el divorcio.
“El que va donde los brujos y cree que es con los brujos que negocia, está equivocado, cuando tu vas donde un brujo, es un ministro de Satanás, dice la Biblia en 2da. de Corintios, en el capítulo 11 “y no es maravilla, porque el mismo Satanás se viste de ángel de luz, así que no es de sorprender que sus ministros se vistan como ministros de justicia”, indicó.
Refiriéndose a los ministros cristianos, sostuvo que son muchos quienes se acobardan cuando son mencionados los demonios, y afirmó que con esa actitud de los pastores y evangelistas no pueden ayudar a las personas para que entiendan que están atadas por las tinieblas y encarcelados por el diablo.
También destacó que el diablo y los demonios no hacen negocios por dinero, sino porque les interesan las almas de los que piden favores a ellos.
