EL NUEVO DIARIO, RUSIA.- La Justicia bielorrusa acusó hoy de evasión de impuestos, soborno y lavado de dinero al banquero Víctor Babariko, el principal rival del presidente, Alexandr Lukashenko, de cara a las elecciones del 9 de agosto.
Babariko, que fue detenido hace dos semanas, el mismo día en que presentó las firmas necesarias ante la Comisión Electoral Central (CEC), podría ser condenado a varios años de cárcel, según el Código Penal bielorruso.
Su hijo y jefe de campaña, Eduard, quien también fue detenido junto a su padre, fue acusado de evasión de impuestos.
La defensa del opositor, cuya liberación ha sido demandada insistentemente por Occidente, había pedido el pasado 30 de junio el levantamiento de la medida cautelar, pero el tribunal de Minsk rechazó la petición.
Tras esta acusación penal, se desconoce si la candidatura de Babariko, que presentó más de las 100.000 firmas necesarias, será finalmente registrada por la Comisión Electoral.
Poco después de que Lukashenko dijera que tenía en su poder información comprometedora sobre Babariko, el Comité de Control Estatal bielorruso abrió contra él dos causas penales -entre otras cosas por evasión de 430 millones de dólares en divisa extranjera- como presidente del Belgazprombank, cargo que abandonó en mayo pasado.
Seguidamente, el Banco Nacional de Bielorrusia asumió la dirección de Belgazprombank, decisión que sus accionistas rusos –Gazprom Bank y PAO Gazprom, que poseen un 49 % de las acciones- consideraron una violación de la legislación internacional.
Lukashenko, en el poder desde 1994, asegura haber abortado un plan de desestabilización política en Bielorrusia supuestamente patrocinado por Rusia y, en particular, por el consorcio gasístico estatal Gazprom.
«Hemos logrado adelantarnos, abortar un gran plan de desestabilización de Bielorrusia y la llegada al país de una especie de Maidán (revolución ucraniana)», denunció.
Según informó la CEC, Lukashenko registró hoy su candidatura clamando victoria sobre el coronavirus, aunque él mismo negó desde un principio su existencia.
«Nuestro sistema sanitario ha resistido. No podemos confiarnos, pero ya hoy podemos decir que hemos ganado», dijo, citado por la agencia oficial BelTA.
La campaña electoral ha estado marcada por la persecución de los principales candidatos opositores, lo que ha provocado las protestas de la Unión Europea y de Amnistía Internacional.
El creciente descontento popular con el autoritarismo de Lukashenko se ha visto acentuado con su gestión de la crisis del coronavirus, ya que negó desde un principio que la pandemia fuera un riesgo para la salud pública y se negó a tomar las medidas recomendadas por la Organización Mundial de Salud.
«La gente tiene miedo. Por eso, les digo lo siguiente: en nuestro país no ha muerto ni una sola persona de coronavirus. ¡Ni una sola!», dijo en su momento Lukashenko en unas declaraciones muy criticadas en el exterior.
