Hace varios meses atrás escribí un artículo en este prestigioso periódico, el cual titulé: “Cambiemos los Mortales Foam por Enseres Hechos de Bagazos de Caña de Azúcar”, en el cual expresaba mi temor por el uso abusivo de esos envases fabricados con poliestireno, material tan letal que es capaz de generar infertilidad en los seres humanos.
En ese escrito que versó sobre los envases foam, dije: “A todo esto se agrega el anunciado peligro que representa para la salud el uso de poliestireno, con el cual se fabrican los popularmente conocidos envases foam, que se ha demostrado contienen bisfenol, un componente muy nocivo para el cuerpo humano. Ya la ciencia ha comprobado que el poliestireno es muy perjudicial para la salud, pues puede ser factor de incubación de letales dolencias”.
No me limité a advertir el peligro que la ciencia diagnostica sobre ese material tóxico, sino que con ojo profético, le hice una propuesta al sector azucarero del país, para que este se embarque en la producción de enseres a partir del bagazo de la caña, los cuales resultarían más saludable que el actual producido a partir del poliestireno expandido.
En esa oportunidad le planteé a ese importante sector empresarial lo siguiente:” considero llegado el momento de que la industria azucarera local convierta el bagazo de la caña de azúcar en utensilios de almacenamientos de comida, lo que reportaría grandes beneficios para la nación, tanto en términos de salubridad como en grandes reportes de ganancias, pues ese tipo de producto comienza a ser demandado por las grandes cadenas de comida rápida, como también por otros establecimientos, haciendo esa mercancía exportable”.
Y el tiempo no tardó en darme la razón, y ya comienza a incrementarse el rechazo a los envases foam. En el senado de Puerto Rico cursa un proyecto de ley, de la autoría del senador independentista Juan Dalmau que busca prohibir el despacho de comidas o bebidas en envases foam, pieza legislativa que tiene la promesa de ser apoyada por otros legisladores.
De aprobarse dicha legislación por el congreso boricua, y de esas empresas del sector cañero haberse llevado de mí en aquella oportunidad cuando escribí sobre ese tema, hoy podrían contar con un millonario mercado en dólares que de seguro empezaría a comprar los envases producidos a partir del bagazo de la caña.
Otro poderoso nicho para las empresas que se decidan por la fabricación de utensilios a partir del bagazo de la caña lo representa las centenas de instituciones en todo el planeta que han comenzado a prohibir internamente el mortal envase foam. Asimismo, ya hay muchos países que han prohibido esos funestos recipientes capaces de acabar con la salud de quien los utilice.
Para esa oportunidad en que formulé la idea me salió el llanto inconsolable por la desaparición de los terrenos del Consejo Estatal del Azúcar, y con esa espina en el corazón escribí:” Siempre cabe el lamento del cierre de nuestros ingenios azucareros pertenecientes al Consejo Estatal del Azúcar, los cuales con esta nueva coyuntura de la eliminación de los envases foam, le hubieran reportado al Estado Dominicano grandes beneficios, y la dinamización económica de las zonas cañeras. Hoy se empezarían a recibir muchos millones de dólares en divisa generadas por este concepto”.
Hay tiempo aun para emprender el camino de la fabricación de envases de alimentos tomando como materia prima el bagazo de la caña. La tecnología para ese producto no es tan costosa y el mercado mundial se incrementa con el discurrir del tiempo. Las ganancias que reportaría esa industria están garantizadas y serían multimillonarias. Basta con que una solo empresa de alimentos compre el envase de bagazo de caña para que el negocio sea suficientemente rentable.