La temporada ciclónica en nuestro país y en todo el Caribe, comienza el 1ro. De junio y termina el 30 de noviembre. Es decir, estamos amenazados de sufrir los impactos de un huracán, cinco meses, de los doce que tiene el año.
Pero, tenemos siete meses para prepararnos adecuadamente y minimizar los estragos que puedan causar esas tempestades que a veces se tornan terribles.
Vamos a exponer unas cuantas sugerencias, que pueden ser de mucha utilidad, en caso de que nos afecte uno de esos meteoros o cualquier otro desastre natural.
En nuestro país siempre hay necesidades de estructuras deportivas multiusos. Exhortamos a las autoridades a comenzar un programa de construcciones de esas estructuras pero con un diseño aerodinámico, similar a la media naranja del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Este tipo de diseños es el que menos resistencia le ofrece a los vientos y a las lluvias, pues estos se deslizan sobre sus superficies con mayor facilidad, por lo que se hacen mucho más resistentes. Está probado que los arcos soportan mucho más peso y presión que cualquier otro estilo de construcción.
Muchas de las edificaciones antiguas utilizaron este sistema y todavía, miles de años después, está en pie.
Estos multiusos deben ser construidos, no solo con el propósito de usarlo para eventos deportivos, sino también, para que sirvan como refugios en caso de huracanes u otros desastres naturales.
Estas estructuras tienen, debajo de las gradas, un espacio que regularmente se desperdicia. Estos espacios podrían convertirse en almacenes de acopio permanentes del Plan Social de la Presidencia, Unidades de Atención Primaria (UNAP), equipadas para emergencias, comedores económicos fijos y móviles, locales de la Cruz Roja, Centros de Operaciones de Emergencia, (COE), de la Defensa Civil, Depósitos de Equipos Pesados de Obras Públicas, Cuarteles de la Policía, o sea, toda la parafernalia necesaria para casos de desastres naturales.
Cada una de estas edificaciones, dotarlas de una planta de emergencia para que no falte la energía eléctrica.
Los asientos deberían ser construidos de forma tal que los espaldares y los brazos de los mismos, puedan colapsar hacia atrás y poder convertirlos rápidamente en una cama, con solo ponerle un colchón de plástico.
Estas estructuras, al ser construidas pensando en miles de personas que asistirán a los eventos deportivos que se celebren en el mismo, están dotados de sanitarios adecuados y en cantidades suficientes, por lo que sería muy fácil controlar la higiene y al ser edificaciones de gran tamaño, evitan el hacinamiento.
Otra ventaja es, que contrario al uso de las escuelas como refugios, que, una vez pasada la emergencia es imperativo evacuarlas lo más rápido posible, pues las clases tienen que reanudarse. Con los multiusos no hay estas urgencias, pues un evento deportivo suspendido, puede celebrarse en una fecha posterior.
Con el uso de estas instalaciones como albergues, se acabarían las improvisaciones, pues todo lo necesario, como es la comida enlatada, agua potable, mantas, colchones, equipos pesados, botiquines para primeros auxilios, comida caliente, personal de apoyo, etc. Estarían en el lugar de una manera permanente y constantemente renovándose, pues esa sería su base normal de operaciones en una región específica.
Esto, complementado con un buen programa de información gubernamental, que comience por las escuelas y lugares de trabajo, minimizaría grandemente las fatalidades, pues la gente se resiste a ir a los refugios actuales por las incomodidades y carestías que sufren en esos lugares.
Cosa que se resolvería totalmente con lo que aquí proponemos.
¡Manos a la obra!