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23 de abril 2024
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OpiniónJosé Pérez MéndezJosé Pérez Méndez

En Venezuela Maduro no Quiere Madurar

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Los venezolanos deben estar traumatizados por los muchos y tantos años de angustia y ansiedad que han tenido que padecer desde el fracaso del modelo democrático-representativo que durante más de cuatro décadas sostuvieron Adecos y  Copeyanos.

Cuando yo era un adolescente me acuerdo que en la República Dominicana se impartían conferencias sobre el éxito de la democracia representativa en América Latina y se tomaba como ejemplo el modelo Venezolano. El Único que se atrevió a ir a Venezuela a decir que la democracia representativa había fracasado en América Latina fue Juan Bosch y lo acusaron hasta de loco.

El acuerdo de Punto Fijo de 1945, firmado por los líderes de los partidos antes mencionados,  se convirtió en la base y la garantía de la funcionalidad del susodicho modelo democrático representativo en Venezuela, no sin darse ellos cuenta que el hecho de que en dicho acuerdo se excluyera a las fuerzas de izquierda, obligaba a las mismas a inventarse una nueva manera de acceder al poder.

El pueblo venezolano no tenía más opciones para escoger que Adecos y Copeyanos para que lo gobierne, y por tal razón la izquierda cogió las armas y se convirtió en guerrilla, y  de esa guerrilla, por evolución,  salieron los que hoy gobiernan a Venezuela. La democracia no puede funcionar en manos de guerrilleros por las mismas razones que un agricultor no puede pilotear un avión exitosamente.

El colapso del modelo democrático representativo, o lo que es lo mismo que la democracia de elecciones, le abrió el camino a los que no habían estado en el gobierno, y que por tanto no podían ser culpados del desastre en que cayó el país, para que accedieran al poder.

El Polo Patriótico de Chávez derrotó a una alianza de última hora de Adecos y Copeyanos,  que ni juntos pudieron detener al nuevo mesías que venía  a resolver todos los problemas de Venezuela; y todo esto fue posible porque a los genios de la democracia Venezolana se les olvidó que democracia sin desarrollo solo es sostenible en el corto o mediano plazo.

La llegada de Chávez al poder se produjo en un momento en que el precio del barril de petróleo andaba por los 8 dólares, mientras que la pobreza era del orden del 70% de la población. Hugo Chávez fue favorecido por el incremento sostenido del precio del petróleo que llegó a alcanzar los 150 dólares el barril.

Los programas sociales  y los subsidios apaciguaron los ánimos de los venezolanos pobres, pero el grupo político que encabezaba Hugo Chávez Frías no supo o no pudo aprovechar ese compás de espera para establecer un pacto con los sectores económicos y la derecha política del país.

Los precios del petróleo han sido siempre fluctuantes, y el que gobierna un país cuya economía depende del petróleo,  tiene que establecer una estrategia que le garantice estabilidad al país aún en los momentos en que el precio de dicho mineral se deprima.

La democracia, además, no debe ser excluyente ya que la exclusión incrementa la virulencia con que se manifiestan las fuerzas excluidas, especialmente en los momentos de crisis económica y social, lo cual a su vez degenera en crisis políticas.

La República Dominicana ha venido haciendo un papel mediación  entre la oposición y el gobierno de Venezuela a los fines de buscar un punto de entendimiento entre las partes en conflictos que garantice la estabilidad y la gobernabilidad del hermano país.

Primero fue el Dr. Leonel Fernández el que, conjuntamente con otros ex gobernantes de países amigos,  se propuso lograr un acuerdo negociado entre la oposición y el gobierno, pero más adelante su lugar pasó a ser ocupado por el Presidente Danilo Medina que todavía en este momento sigue luchando para lograr un acuerdo político entre las partes involucradas.

Luego de concluida la última sesión de negociaciones entre el gobierno y la oposición, que se realizó en la República Dominicana, se pensó que un acuerdo entre ellos estaba a tiro de hit, pero las cosas que han ocurrido en los últimos días nos dicen que el mismo esta más lejos que cerca de ser logrado.

Las declaraciones y las acciones que se han producido en Venezuela desde la última ronda de negociaciones nos dicen que es muy probable que en el litoral del gobierno se haya perdido el interés de  proseguir con las negociones. Sólo así se explican las cosas que se han dicho y se han hecho desde el gobierno Venezolano.

El asesinato de Oscar López se pudo haber dilatado, si se creía que pudiera afectar las negociaciones que ya estaban en su parte final,  pero lo que más ha afectado el dialogo es el hecho de que el Ministro de Interior haya dicho que Oscar López fue ubicado gracias a que la oposición que suministró la información.

El propio Presidente Maduro dio un ultimátum a la oposición para que firmara el acuerdo planteado en la próxima reunión en República Dominicana, como queriendo decir que ya el gobierno había terminado las negociaciones. Así no se negocia ni entre guardias en estos tiempos de la post guerra fría.

Da la impresión de que el gobierno de Maduro ha visto que lo peor de la crisis ya quedó atrás, y que como el precio del petróleo va a seguir subiendo este año hasta llegar a los  75 dólares el barril,  el gobierno va a disponer  de los  recursos necesarios para manejar la situación dentro de la confrontación,  sin necesidad de firmar un acuerdo en que haya que hacer concesiones a la oposición.

Si  Maduro no aprovecha esta gran oportunidad para llegar a un acuerdo con la oposición, que cambie la dinámica de la lucha por el poder en Venezuela, lo más probable es que ya no tenga otra oportunidad para hacerlo en el futuro porque nadie en sano juicio se va a prestar para otra labor de mediación entre ellos; sería un pulso hasta que uno destruya al otro y en todo ese trayecto el pueblo será el que pagará los platos rotos de la confrontación.

Ojalá que Dios  ilumine las mentes de Nicolás Maduro y los líderes de la oposición de Venezuela para que lleguen a un gran acuerdo de gobernabilidad en la lucha por el poder, de tal manera que el pueblo venezolano no tenga que pagar con sangre y con sufrimiento la voracidad de esa lucha desmedida entre gobierno y oposición.

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