EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. Un vendedor del mercado de las pulgas exhortó este martes al Gobierno que dirige el presidente Luis Abinader, que le permita a los trabajadores informales de esa zona continuar con sus labores, porque «le quitan una carga al Estado».
Se trata de Francisco Alberto Guerrero, quien en un audio enviado a la redacción de El Nuevo Diario, expresó que “los vendedores informales le quitamos un peso al Gobierno y al Estado, además generamos más de un millón de empleos”.
“Estamos pidiéndole al presidente de la República que interceda por nosotros ante el síndico José Andújar y la alcaldesa Carolina Mejía”, refirió el comerciante.
Señaló que si atacan el mercado informal de las pulgas, muchas personas que no tienen forma de obtener otros empleos “se verán obligados a delinquir para obtener ingresos”. En ese orden, también resaltó que muchos expresidiarios trabajan allí porque “no son aceptados en otros lugares por sus antecedentes penales”.
Guerrero agregó que muchos fabricantes de esta zona emplean alrededor de 10 personas. “El mercado de las pulgas es un lugar donde encontramos sustento, aquí hay personas que vienen con problemas y aquí son resueltos”, expresó.
Se recuerda que este martes decenas de comerciantes de dicho mercado protestaron encadenados frente al Palacio Nacional, en reclamo de que se les permita reabrir sus negocios para ganarse la vida como antes lo hacían.
En medio de la protesta, le enviaron una carta al presidente Luis Abinader, en la que pidieron que se les permita trabajar nuevamente para seguir vendiendo mercancías “baratas” a la gente.
En el mismo documento, los comerciantes de la Asociación de Vendedores del Mercado de las Pulgas dicen que están de acuerdo con que la Alcaldía de Santo Domingo Oeste los organice en el espacio que han ocupado durante 17 años.
Hablando con la prensa, alegan que tienen siete meses sin trabajar debido a la pandemia, razón por la que no pueden mantener a sus familias. Además, afirman que el alcalde José Andújar está “congraciado” con los empresarios que le financiaron la campaña electoral y por eso quiere sacarlos del lugar.
También dicen que están ahogados por las deudas y el pago de alquiler de casas, préstamos bancarios y otros compromisos. Debido a la situación, piden la urgente intervención de las autoridades para buscarle una solución al problema. Un contingente policial está apostado en el escenario de la protesta.
“Todos los domingos nos mandan un grupo de empleados del Ayuntamiento que fingen como junta de vecinos, protestando supuestamente porque no quieren el mercado allá”, sostienen.
