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25 de abril 2024
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OpiniónBienvenido Matos PerezBienvenido Matos Perez

Veinticuatro de abril y cuarentena

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Poco importa donde comenzó el virus que desde el principio se proyectó en pandemia, desde que aparecieron los primeros pasos en la provincia china de WUHAN y parece que sobran las especulaciones en torno a los orígenes de su comienzo, si fue una conspiración, si se creó el virus en laboratorios para dañar a nuestras naciones si es parte de la guerra que se libra entre las potencias para posicionarse como dueñas del mundo.

Poco importa que el virus se haya escapado de forma accidental desde los laboratorios donde se trabajaba con él para asilarlo y lograr construir las herramientas y vacunas que habiliten la lucha para el dominio de las enfermedades que abaten la vida humana, hoy que por lo visto todos estamos afectados, las pérdidas de vidas son inmensas, los cuantiosos recursos económicos que se han invertido para hacer frente a esta terrible enfermedad no serán recuperados nunca, ninguna nación golpeada por el COVID-19 podrá al final de la jornada exhibir crecimientos económicos, ni bonanzas, la época de las vacas gordas termino.

De aquí en adelante el panorama es muy poco alentador,  la pandemia solo ha servido para mostrar nuestras verdaderas carencias materiales y espirituales en todos los sentidos: hospitales desiertos, deficiente sistema de salud y hay que anotar que la salud de nuestros países se parece mucho a una bomba nuclear que al explosionar limpia los edificios, las calles, todas las construcciones físicas, pero todo lo que tiene vida queda al instante destruido calcinado por el fuego destructor de este invento diabólico.

Nada se parece más a este instrumento de destrucción que nuestros hospitales, muy bien pintados, decorados pero sin equipos ni medicamentos, el personal médico trabajando sin las mínimas condiciones, solos en la tarea de salvar vidas, entregados en alma y cuerpo para servir de corazón a la tarea de la salud y la vida de sus semejantes sus hermanos dominicanos.

No tengo dudas en afirmar que si un minúsculo por ciento de los grandes recursos que se ha  llevado la corrupción de las arcas del pueblo fuera aplicado al desarrollo del país aquí en términos generales otro gallo cantaría.

La cuarentena sin embargo nos ha elevado sobre nuestras debilidades por la simple razón de que el Coronavirus es muy parecido a un incendio que para lidiar con éxito con él hay que reducirlo a su lugar de origen deteniendo la propagación, y logrando que la cadena que lo propaga vaya cediendo eslabón tras eslabón, hasta el eslabón que fortalece la cadena fatal de los contagios y ahí no vale gobierno, no vale nada, valemos tu y yo quedándonos en casa para entre todos matar y destruir el virus.

La cuarentena nos impedirá ir a los cementerios, difícilmente podremos llorar nuestros muertos, no podremos dar el abrazo a la familia, a los vecinos y susurrarle a sus oídos aquella frase sanadora del dolor y del sufrimiento que produce la muerte de un der querido: – “te acompaño en tu sentimientos”.

Pero nada nos impedirá llorar y muchos muertos por Coronavirus o por otras enfermedades tendrán en nosotros efectos devastadores pero se impone, ¡tenemos que parar la pandemia! Con nuestras fuerzas, con Dios.

La cuarentena nos impedirá celebrar la magna fecha del 24 de abril que es nuestro cuarto intento de independencia, esfuerzo inconcluso que desde la proclamación de nuestra primera independencia por José Núñez De Cáceres hemos venido añorando.

Todos saben que desde la proclamación y constitución de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844 no hemos logrado la soberanía definitiva, después hubo que restaurar la independencia nacional cuando Pedro Santana hipoteco los destinos Nacionales al Traicionar las esencias de la dominicanidad y cambiar el nombre de la nación Dominicana por un plato de Lentejas.

La guerra de abril es nuestro cuarto acto de Independencia, hay que recordar que Juan Pablo Duarte levanto la republica del sentimiento del pueblo, de su deseo de ser libres y soberanos pero esa independencia la que creo la republica tuvo que ser restaurada mucho tiempo después.

La Republica Dominicana derroco la dictadura de Trujillo y eligió un gobierno honesto, ético y con planes para liberarnos del subdesarrollo, el atraso y la corrupción, la caverna política los que querían robarse el presupuesto nacional lo impidieron con un golpe de estado miserable contra el gobierno del profesor Juan Bosch y ese golpe artero, antipatriótico es hoy la razón de tanta corrupción, de tantas miserias, de tantas desigualdades, pero el pueblo no se cruzó de brazos y santo domingo con su pueblo armado hiso sonar la inspiración de los valientes, aplasto tanques, desafío cañones y corrió impetuoso por las calles hacia la libertad y la victoria.

Los imperialistas norteamericanos, siempre de espaldas a la verdad nos invadieron e hicieron correr la noble sangre dominicana por las calles, el pueblo en armas defendió su integridad con arrojo y determinación patriótica, hoy 24 de abril del 2020 que la pandemia no nos impida recordar este noble gesto de heroísmo que fue la guerra de abril de 1965.

¡Patria o muerte, Venceremos!

 

Por: Bienvenido Matos Pérez

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