Con frecuencia estamos viendo videos de incidentes de los agentes de la AMET con personas civiles, hombres y mujeres. En algunos casos se ha llegado a la agresión física de ambos lados, incrementándose así la percepción caótica en que vivimos.
Debemos estar claros de que esto no sólo tiene que ver con la dinámica en el tránsito, si no que se trata de un asunto conductual con que nos comportamos, y es algo que debemos corregir.
Estamos preparándonos para poner en aplicación una nueva ley de tránsito, pero eso no será una panacea si no arreglamos asuntos materiales y protocolares. Debemos planificar el flujo en las vías y necesitamos un protocolo que deben aplicar los agentes y respetar la ciudadanía.