Recientemente, el ministro de Educación Roberto Fulcar, manifestó estar en disposición de recibir propuestas de mejora para la educación básica, una actitud loable e inteligente por demás, y la cual es digna de aplaudir. Sin embargo, en nuestro país se hace un tanto difícil hacer llegar alguna idea importante a una autoridad en particular debido, en gran medida, a la burocracia imperante en el tren gubernamental, amén de las trabas por pertenecer a partidos políticos de oposición, o por no ser miembro de la clase influyente, que hace opinión pública.
En países como España, por solo citar un ejemplo, existe la enseñanza de la filosofía en la educación media o básica. En ese sentido, el filósofo español Emilio Lledó considera importante la filosofía no solo para la libertad de expresar lo que pensamos sino, que es más importante aún, la libertad de pensar. Por consiguiente, es imposible conquistar esa libertad sin la filosofía. (Javier Morales: Platón, Aristóteles, san Agustín y Nietzsche deben quedarse en nuestras aulas).
Además de la importancia de impartir filosofía, tanto en las escuelas como en los colegios de nuestro país, también se torna imprescindible implementar la escritura creativa, la cual, acompañada de la literatura, serían la combinación cuasi perfecta para lograr los objetivos que se han propuesto las actuales autoridades educativas.
Todas estas medidas deben estar sustentadas o más bien respaldadas, a su vez, por la producción de ensayos, ya que no es posible lograr un aprendizaje significativo ni el desarrollo, tanto de la creatividad y la imaginación, pero mucho menos del juicio crítico sin la producción escrita.
Datos sobre el proponente:
José Santana-Guzmán es periodista, articulista, corrector ortográfico y profesor, con Maestría en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español. Es autor de los libros: TEXTOS ACADÉMICOS: Guía y pautas para su elaboración y análisis y Cómo redactar en la prensa escrita: la noticia, la crónica y el reportaje. Además, ha escrito pequeñas biografías por encargo.
Por José Santana-Guzmán