Hay una parte de esta sociedad que está enferma y que actúa como tal. Cada vez se ven crímenes verdaderamente horrendos, cometidos sin ninguna piedad. Seres desalmados capaces de hacer cosas repugnantes.
Este último crimen de una mujer y sus tres hijos es un hecho más que desgarrador. El criminal, un individuo metálico, no sólo asesinó a la mujer y sus hijos, si no que ha confesado que al día siguiente del hecho abusó sexualmente a las dos niñas ya muertas. Qué puede haber en la cabeza y en el alma de un ser tan despreciable como ese.
Esta situación es más que preocupante y tiene que ser una luz roja para reaccionar seria y consistentemente frente a este cuadro degradante de una parte de la sociedad.