EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Al conmemorarse este lunes el 174 aniversario de la Batalla del 19 de Marzo en Azua, el vicedecano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Augusto Bravo Mena, llamó a la población a mantenerse firme en la lucha contra el sometimiento al olvido.
El historiador Bravo Mena consideró que la gran batalla por la que debe luchar permanentemente el pueblo dominicano es por una formación y educación integral y eficaz, de modo que se cree conciencia para que las presentes y futuras generaciones reconozcan la importancia del respeto a los símbolos patrios y se preserve nuestra identidad como Nación.
“Hoy, 19 de marzo, se cumplen 174 años de aquella gesta que consolidó la confianza y la fe del pueblo dominicano en su soberanía e independencia nacional; se trata de una fecha que en modo alguno debemos pasar por alto”, manifestó el académico.
Reconoció que en dicha batalla, liderada por Pedro Santana junto a la formación que ofreció el general Antonio Duvergé a los 2500 soldados participantes, el pueblo dominicano reafirmó que quería ser libre e independiente de toda potencia extranjera, pese a que el general Santana entró en una contradicción con los principios que la propia historia se ha encargado de cobrarle.
“Hoy por hoy, la gran batalla del pueblo dominicano debe ser contra la destrucción del medio ambiente y la preservación de nuestros recursos naturales; la gran batalla debe ser por el fortalecimiento institucional y el ejercicio de la transparencia; la gran batalla ha de ser contra el olvido, para que recordemos que debemos preservar el concepto de dominicanos”, sostuvo.
El historiador Augusto Bravo, quien aspira al decanato de la Facultad de Humanidades de la UASD, insistió en la necesidad de que en el país se cree conciencia para que cada dominicano respete los símbolos patrios y que al mismo tiempo se respete la institucionalidad de una nación a la que le costó sacrificio constituirse en estado libre e independiente y que a sangre y fuego también se ha sacrificado en pos de la vuelta a la constitucionalidad democrática.
