Esos arrestos se suman al de un empleado del mismo consulado, Metin Topuz, que el miércoles pasado ingresó en prisión preventiva acusado de vínculos con la cofradía del predicador Fethullah Gülen, a la que Ankara atribuye el fallido golpe de Estado.
Según A Haber, la Fiscalía ha ordenado la detención de otro empleado del consulado, que no ha podido ser arrestado ya que permanece en el interior de la legación diplomática.
Esta mañana, la Policía detuvo a la esposa y al hijo de este segundo sospechoso para interrogarlos.
La acusación se fundamente en que la esposa del sospechoso ingresó en el pasado una importante cantidad de dinero en Bank Asya, un banco que era el buque insignia del imperio económico de la cofradía gülenista antes de ser intervenido en mayo de 2015.
Según varios analistas turcos, fue la detención de Topuz la que provocó la decisión de Washington de suspender ayer por la tarde la emisión de visados para ciudadanos turcos.
Ankara respondió horas más tarde con la misma medida, suspendiendo su sistema de visados electrónicos para ciudadanos estadounidenses.
El Ministerio Exteriores turco ha citado hoy al encargado de negocios estadounidense, Philipp Kosnett, según confirmaron fuentes oficiales para pedirle que Washington dé marcha atrás en la medida.
Por otra parte, el embajador estadounidense, John Bass, ha solicitado una reunión con el ministro turco de Justicia, Abdulhamit Gül, que le ha sido denegada, asegura A Haber.
Gül aseguró hoy a la prensa turca que no tenía conocimiento de nuevas órdenes de detención de empleados del consulado estadounidense.