Con el pasar de los años la República Dominicana se va afianzando como destino turístico sólido y dominante en toda la región. No es casualidad que en los últimos años se haya hecho frecuente ver figuras de renombre mundial elegir nuestra tierra como la sede de sus vacaciones. En definitiva, el auge turístico nuestro no es por pura casualidad; más bien se debe a la innumerable cantidad de escenarios naturales de extraordinaria belleza en el país, como son: playas, ríos, montañas, valles, y en ocasiones hasta desiertos. Se podría decir sin temor a equívocos que el eslogan » República Dominicana lo tiene todo” cae como anillo al dedo.
Sí bien, todo lo mencionado es cierto también es una verdad absoluta que la República Dominicana en materia de venta de nuestros tesoros naturales estaba principalmente enfocada en el turismo de pasajeros y de estadías cortas; en los últimos años el principal enfoque había sido recibir turistas de vacaciones y no necesariamente con gran poder adquisitivo; pero es a raíz de eso donde viene la necesidad de cambiar de paradigma y enfocarse en la adquisición de inversionistas y personas con el interés de obtener una vivienda.
La opción de turismo inmobiliario se ha desarrollado en lugares como: Estados Unidos, España, México, Canadá, Dubái, Qatar, entre otros. La verdad es que ésta es una poderosa opción, y debe ser el siguiente paso en un turismo de alta calidad. La adquisición de un bien inmueble tiene la particularidad que ata al propietario a la tierra, y una vez éste es “amarrado”, ese propietario pasa a formar parte para siempre del bien comprado.
Es una verdad incuestionable de que el turismo inmobiliario es el complemento perfecto del turismo hotelero en la mayoría de los países. Este ente forjador de riquezas genera miles de empleos indirectos y además da paso a que el inversionista extranjero no solamente invierta en nuestro país, sino que también sea asiduo visitante de nuestra nación. A partir de ahí este inversionista del turismo inmobiliario se convierte en un perenne ente activador de la economía.
En anteriores oportunidades me he referido al sistema Rvnb, el cual ha jugado un papel importantísimo en el crecimiento del turismo de alto nivel. En la medida en que se desarrolla en el país el turismo inmobiliario local, igualmente se solidifica esa nueva opción de un inmueble, que entra como una segunda y tercera vivienda, y que además sirve de inversión, evitando la depreciación del efectivo, e igualmente contando con un mayor nivel de vida, y a la vez produciendo ganancias a partir de la renta mencionada (sistema Rvnb).
Todo lo antes mencionado demuestra que el turismo inmobiliario es el siguiente paso en la evolución del turismo dominicano. Hay que reconocer la disposición del actual gobierno en una acertada visión del contexto, dejando claro en varias ocasiones que las actuales autoridades están enfocadas principalmente en incentivar y facilitar el crecimiento de esta rama dentro del turismo.
Lo cierto es que la República Dominicana cuenta con una gran cantidad de destinos turísticos las cuales tienen sobradas condiciones para competir en el sector turístico inmobiliario a nivel internacional; hay ejemplos claros de esto, como lo es el proyecto de la ciudad destino de Cap Cana, que casualmente este año cumple 20 años de creada.
Cap Cana es un proyecto que en sus inicios pasó por mares de turbulencias, pero que sin embargo, hoy se afianza como uno de los destinos más confiables y quizás el principal abanderado en la región de lo que es la inversión en turismo inmobiliario, contando con un abanico de ofertas, que van desde suntuosas villas hasta apartamentos de lujo, para lo cual se hizo una inversión de más de 3,000 millones de dólares al día de hoy.
Pero Cap Cana no es la única oferta dominicana, ya que la propuesta inmobiliaria abarca toda la zona este y sur criolla (Punta Cana, Bávaro, Cap Cana, Bayahibe, La Romana, Puerto Plata, Juan Dolio, Jarabacoa, Constanza, entre otras). Es innegable que la inversión en proyectos turísticos inmobiliarios es una realidad palpable al día de hoy.
Espero de todo corazón que se continúen realizando proyectos de turismo inmobiliario, ya que esta forma de inversión está llamada a desempeñar un papel cada vez más importante en la economía nacional. Nuestras playas, montañas, dunas, paisajes, ríos, etc. pueden ser aprovechados y disfrutados en toda nuestra geografía, y al mismo tiempo lograr importantes inversiones.
Creo firmemente tanto en la promoción internacional como también en la inversión privada, agregando a esto los incentivos gubernamentales que puedan realizarse, ya que su sumatoria juega un papel importante en el turismo inmobiliario como unidad productiva, escenario que se ha fortalecido en otros destinos mundiales.
Siempre que se conjuguen: a) La inversión estatal, b) el financiamiento de entidades bancarias a los desarrolladores inmobiliarios, c) las zonas turísticas y, d) la mencionada en un artículo anterior ley de Confotur, que se ha convertido en un aliado tanto para los adquirientes como para los desarrolladores, la República Dominicana de seguro se transformará en un destino seguro y confiable a la hora de dar el salto hacia la conquista del sector turístico inmobiliario a nivel mundial.
Por Joan Feliz