EL NUEVO DIARIO, SAN JUAN, EFE.- La exgobernadora de Puerto Rico Sila M. Calderón (2001-2005) fue hoy la última de los antiguos mandatarios de la isla en pronunciarse en contra del plebiscito, no vinculante, sobre el estatus de la isla que se celebrará este domingo.
Por su parte, Rafael Hernández Colón (1973-1977, 1985-1993) y Alejandro García Padilla (2013-2017) aseguraron ayer que la consulta no tiene validez y exhortaron a la población a boicotear la misma.
En un comunicado difundido hoy, Calderón indicó que no acudirá a votar este domingo ya que «el estado libre asociado como tal no aparece en la papeleta».
Tras subrayar que cree en el estado libre asociado y las ventajas que tiene para Puerto Rico, explicó que no acudirá a ejercer su derecho a votar ya que la «consulta no tiene el aval del Departamento de Justicia, ni es vinculante con el Congreso de los Estados Unidos«.
Por su parte, Hernández Colón dijo que la consulta carece de legitimidad y recordó que la Justicia de Estados Unidos «no ha avalado la papeleta», además de criticar que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) haya permitido el «gasto innecesario» que supondrá lleva a cabo la votación en medio de la crisis económica que sufre la isla.
En este sentido, García Padilla estimó en 7 millones de dólares el gasto que supone celebrar el plebiscito.
«El plebiscito es un ejercicio de futilidad», dijo García Padilla, quien agregó que celebrarlo «cuesta más de lo que se ahorraría con las ciento y pico escuelas que van a cerrar» en la isla de cara al próximo curso escolar.
La consulta incluye las opciones en una sola papeleta de votación, de anexión o «estadidad», la «libre asociación/independencia» y el «actual estatus territorial».
En caso de que la anexión resultara la alternativa mayoritaria, la ley de la consulta dispone que comenzará de inmediato un proceso de transición para la admisión de Puerto Rico como un estado más de EE.UU. en igualdad de derechos y deberes.
En caso de imponerse la «libre asociación/independencia» la norma dispone que quedará automáticamente convocado un referéndum para el 8 de octubre de 2017 en el que los electores solamente podrán escoger entre las alternativas de soberanía separada de los Estados Unidos con un tratado voluntario de libre asociación o independencia.
El resultado de la consulta del 11 de julio, como las de 1967, 1993, 1998 y 2012, carece de compromiso alguno por parte del Congreso estadounidense.
