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20 de abril 2024
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OpiniónLuis CordovaLuis Cordova

Tres en una sola columna

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Los primeros decenios del siglo 21 no han alcanzado para que el homo deus de Harari se salve de virus y suposiciones. En esa vorágine se nos va el calendario y los temas se acumulan de un jueves a otro, por eso en esta ocasión colgamos tres en una sola columna a pesar de que son merecedores de entregas por separado. Además de que extrañamente los días se han acelerado en una nueva normalidad que nos sube y baja en sus vueltas, un verdadero carrusel de la vida, como aquella vieja película alemana.

Razones para odiar al Covid. Perder, sentir que nos arrancan personas, que la sociedad pierde hombres y mujeres y con ellos queda el vacío, la amarga convicción de que les faltaba aún más por aportar, por servirnos de brújula, por señalar el camino.

Cuando nos enteramos que el Dr. Príamo Rodríguez Castillo había emprendido el viaje sin retorno, nos sacudió el alma. Sus aportes son más que conocidos por el país y ahora que su familia, la propia y la utesiana, deberán seguir el camino sin su compañía y orientación, nos sobrecoge.

Del Dr. Rodríguez Castillo nos conmueve su ejemplo de trabajador incansable, generador de iniciativas y emprendimientos de éxito y una personalidad que conjugaba el saber y la humildad en cada plática que se constituía en una lección, una cátedra abierta, compartida con sus colaboradores, empleados y amigos.

Me entristece, y mucho, porque la afabilidad y el incentivo a construir oportunidades estuvieron en las palabras de quien vivió siendo un hombre de su tiempo y un pensador del futuro. Que Dios otorgue paz a su alma, como buen cristiano que fue, y que sus familiares puedan sobreponerse y continuar con su legado en este complejo momento histórico para la nación y el mundo.

Enriquillo y las Devo[ra]ciones de la memoria. En la gestión desarrollada por el intelectual dominicano José Rafael Lantigua  al frente del Ministerio de Cultura, se destacó no solo la preservación del patrimonio cultural sino la justipreciación de los activos culturales, la vida de los hacedores de cultura, reconociéndolos y haciendo espacio en la memoria colectiva de la nación.

Tal fue el caso de asignar el nombre del poeta, ensayista y pensador Enriquillo Sánchez (1947-2004) al auditorio de la sede del ministerio. La acción fue aplaudida y la verdad que a nosotros, los que aprendimos de filosofía y dominicanidad en las entregas que hacía cada sábado en la prensa nacional, nos llenó de alegría porque era un esfuerzo enorme por evitar que la desmemoria acallara una de las voces más particulares de la poética y ensayística dominicanas.

Ahora que una decisión administrativa arrancó de las paredes del auditorio su nombre y en su lugar colocó el de Juan Bosch, otro gran escritor al que se ha honrado ampliamente; coincido con el editorial de Plenamar, quien en su edición de la semana califica como “Un crimen moral y político contra Enriquillo Sánchez y contra el profesor Juan Bosch”. Creo que el autor de “La Mañosa” jamás hubiese aceptado que algo así sucediera.

Doña Carmen Heredia, primera mujer que ocupará la dirección del ministerio, tiene ahí su primer gran reto: volver su nombre original al auditorio.

El Cambio y los camaleones. Imposible que la política se ausente en este espacio. Llegaron los días del prometido cambio.

Si bien la vida enseña que debemos cambiar en la medida en que se produzcan nuevas exigencias y enfrentemos nuevas dimensiones, la coherencia se impone para reafirmar valores e ir construyendo la imagen social de los individuos, configurando su pensamiento, forma y acción.

A muchos pensadores los ha ayudado la observación de la conducta de animal, más ahora que se aborda en las ciencias sociales las relaciones entre ellos y los humanos para la toma decisiones en el contexto futuro, un posible tránsito del antropocentrismo al zoocentrismo, como explica el antropólogo Jean-Pierre Digard.

Pero, en este agosto dominicano que vivimos, esperamos quienes lograron ganar las elecciones puedan cuidar con celo la oportunidad del ejercicio del poder y una vez en sus cargos honren las palabras de cuando fueron opositores.

Hacemos énfasis en “cuidar” y es que los camaleones acechan. A pesar de que son originarios de tierras lejanas como Madagascar, Sri Lanka o India, sus características resultan bastante cercanas.  Tienen gran habilidad para cambiar de color según las circunstancias, posee una lengua larga y rápida y reaccionan ante el peligro abriendo la boca de manera amenazante. Es solitario y solo suele socializar para satisfacer sus necesidades básicas.

Los camaleones, además, marcan su territorio situándose en lugares donde puede ser visto con facilidad y, si aparece algún igual, realiza una serie de movimientos de amenaza y cambios de coloración para disuadirlo.

Observemos quienes cambian con El Cambio.

Por Luis Córdova

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