Un pistolero irrumpió este martes en una emisora de San Pedro de Macorís y masacró al director de la estación radial, al locutor de turno y dejó gravemente herida a la secretaria.
La tragedia, que corrió rápidamente en las redes sociales y se amplió en los periódicos digitales, impactó a un público que se estremecía con este derramamiento de sangre.
Por su naturaleza, el ejercicio de la comunicación siempre conlleva riesgos que no siempre pueden ser advertidos por quienes se dedican a este oficio.
La forma desafiante en que actuó el agresor, ingresando a un espacio privado, a plena luz del día y con gente a su alrededor, desnuda, otra vez, el grave problema de inseguridad que hay en el país.
Que las autoridades capturen al o a los responsables y establezcan el origen de este múltiple crimen, es lo que podemos pedir.