El pasado año nos deja, sin dudas, mucho aprendizaje. Y este lo será igual, quizás con una ventaja y es que con lo aprendido tendremos mucho mayor capacidad para sacar mejores lecciones.
Ahora lo importante será saber cómo asimilar esas enseñanzas y cómo incorporarlas para que nos ayuden a hacer buen provecho de ellas.
Esto será válido en el orden personal, en el empresarial, a nivel estatal y muchas otras actividades.
Tenemos que tener pensadores que nos ayuden a ordenar esos aprendizajes para que sean parte de las incorporaciones en nuestras decisiones y en las políticas públicas.
Debemos hacerlo, pues de lo contrario podríamos quedarnos sólo con la mala experiencia vivida con la pandemia del covid-19.