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20 de abril 2024
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OpiniónHumberto SalazarHumberto Salazar

Tati Guzmán: la que se atrevió a hacer lo que nunca se hizo

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Al escribir estas lineas vimos la noticia de la salida de nuestra profesora, y querida amiga Altagracia Guzmán, como Ministra de Salud Publica de la República Dominicana, lo que para nada significa que abandona su compromiso histórico con la mejoría de la calidad de vida de nosotros los dominicanos, que a fin de cuentas es lo que significa estar en buen estado de salud.

Tati, como le decimos quienes tenemos la honra de llamarnos sus amigos, pasará a la historia como una mujer, que fue capaz desde el ministerio de salud, de hacer lo que nadie desde la promulgación de las leyes 87-01 y 42-01 se había atrevido a realizar, la simpleza de cumplir con estos textos legales y dar el primer paso hacia una reforma integral del sistema sanitario dominicano.

Por años, todos los, primero secretarios y ahora ministros, que llegaron a salud publica, se habían negado a cumplir con el mandato de la separación de funciones de esa cartera, que era el paso fundamental para que se iniciara un proceso de reforma que aun avanza a trompicones, y y sin embargo sabemos que Tati puso como condición para aceptar el cargo que se asumiera este compromiso.

Solo hay que plantearse, como hacen los políticos que piensan en su poder personal y no en el bienestar colectivo, el desprendimiento y visión que tiene que tener un funcionario, en este caso esta ministra de salud, para despojarse de toda la red de prestación de servicios, es decir centros de salud, laboratorios y centros diagnostico, para entregársela a una nueva institución a la que solo le toca supervisar.

Este paso trascendental, cuyos resultados se verán en el transcurrir del tiempo cuando quienes dirigen el Sistema Nacional de Salud, que muchos llamamos red publica, sean capaces de sentarse a organizar un sistema organizado por niveles, solo se podía lograr con la voluntad de una persona convencida de que el país esta por encima de intereses particulares y esa persona fue Altagracia Guzman.

Para dar una idea del porque todos los ministros antes que ella se negaban a dar el primer paso de la reforma, con el agravante de que quienes postulábamos por que se cumpliera con la ley nos convertíamos de forma inmediata en sus adversarios, solo habría que tener en cuenta que la mayor parte del presupuesto de salud del país se usa para el sistema hospitalario y el ministerio tuvo que entregarlo a la red publica.

…es muy difícil cambiar en el imaginario de la opinión publica y mucho mas en el pueblo llano, la idea de que el ministerio de salud es el organismo responsable del funcionamiento de los hospitales,…

Sin embargo es muy difícil cambiar en el imaginario de la opinión publica y mucho mas en el pueblo llano, la idea de que el ministerio de salud es el organismo responsable del funcionamiento de los hospitales, que ya no lo es, y por esto vimos a Tati asumir y dar la cara por una serie de situaciones que se han presentado como parte de la herencia de un sector incomprendido y con una demanda de servicios permanente.

Hace tres años ya que el ministerio de salud y su ministra, hasta anoche Tati Guzmán, no son los responsables de la administración de los centros de servicios de salud a las personas, este papel le corresponde por ley por presupuesto al servicio nacional de salud, sin embargo se sigue pidiendo cuentas a quien no corresponde, ya que esa institución lo que corresponde es exigir calidad en los servicios que se prestan a los usuarios.

En este aspecto eminentemente técnico, Tati nunca rehuyó su deber de enfrentar una responsabilidad que ya no le toca, sin embargo como la líder del sector salud, supo asumir por todos los gestores del área, problemas estructurales que aun no han sido resueltos en la complejidad de lo que es un sistema sanitario cuya realidad es virtual, es decir, no existe como sistema y esta en franca reconstrucción.

El éxito de la gestión de Tati Guzman se debe medir a partir de la medición de los indicadores de salud colectiva de la República Dominicana después de la implementación de la ley 123-15, que es la que entrega al ministerio la rectoría y producción social de salud, todas las enfermedades infecto-contagiosas han ido disminuyendo en los últimos años, lo que demuestra el excelente trabajo realizado por el ministerio.

Hoy tenemos menos dengue, menos malaria, el cólera ha desaparecido, toda la población infantil en edad escolar esta vacunada, han disminuido las tasas de tuberculosis, se emiten las alertas adecuadas para disminuir el impacto de la leptospirosis, esto entre otras muchas acciones que con cifras muestran que cuando alguien se toma su trabajo en serio, esta convencido de lo que hace y tiene conocimiento del tema, logra resultados iguales a los demás países de igual estado de desarrollo.

Y hemos disminuido las tasas de enfermedades infecto-contagiosas, sin que haya mediado una disminución de la migración, todo lo contrario, en muchos casos sin gran conocimiento todavía de la población en cuando a las medidas de prevención de enfermedades y sin ayuda del sector privado de la seguridad social que no entiende que su negocio es mantener a las personas sanas y lejos de las clínicas y hospitales.

Pero también, la Dra. Guzmán entendió perfectamente su deber de iniciar el control, a través de la habilitación, de la prestación de servicios médicos en el sector privado, que hasta que el ministerio no comenzó hace pocos años a ejercer su rol rector, andaba como ¨chivos sin ley¨, a pesar de que la regulación de todo el sistema esta previsto que este a cargo del ministerio de salud publica.

Hoy en día, a pesar de que existen fallas porque este es un proceso dinámico, los usuarios de los servicios médicos en los centros de salud privados, están mas seguros, porque hay una supervisión directa de parte del órgano regulador y rector, que es el ministerio, de las instalaciones y del personal que labora en las clínicas y hospitales que no son parte de la red publica.

Es decir, estamos despidiendo como ministra de salud, a una persona que se apropió y comprometió con el cambio de la institución que dirigió por algo mas de cuatro años desde dentro, con valentía y determinación, y en el caso personal de quien escribe, nos sentimos mas que satisfechos y públicamente la congratulamos por su sentido de responsabilidad con el país y el amor demostrado desde esa posición para con todos los ciudadanos de la República Dominicana.

Ahora, según leímos en el decreto donde se le dan nuevas funciones, Tati irá a asesorar a la presidencia en otro tema revolucionario, el expediente integrado de salud, que cuando se implemente, y cada uno de nosotros pueda ¨cargar¨ con su expediente clínico en forma electrónica hacia donde quiera nos movamos, será un paso de avance enorme en la sistematización de la data de salud de todos los dominicanos.

Es decir, la hoy ex ministra, seguirá aportando un esfuerzo que la ha llevado a ser la madrina y creadora de SENASA, la protectora de muchos de nosotros que tuvimos el privilegio de trabajar con ella en algún momento de nuestras vidas profesionales, también la madrina de la los primeros pasos de la reforma del sistema de salud, y también sabemos que lo hará bien donde va, sin tener que cargar y dar la cara por culpas de otros.

Tati Guzman se puede ir del ministerio de salud con el orgullo de que cumplió con su deber, y que su nombre quedará grabado en la historia de los médicos dominicanos, como la Ministra que se atrevió a ¨hacer lo que nunca se había hecho¨: plantear, defender e implementar la separación de funciones del ministerio de salud, algo que muchos habían prometido pero nadie, solo ella, cumplió.

Por Humberto Salazar

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