EL NUEVO DIARIO, TANZANIA.- Tanzania dio un plazo de cinco días a blogueros y «youtubers» para solicitar una licencia que puede llegar a costar unos 920 dólares bajo amenaza de enfrentarse a acciones legales, y desde este lunes prohibió cualquier publicación sin licencia, confirmaron hoy las autoridades audiovisuales.
El portavoz de la Autoridad Reguladora de las Comunicaciones de Tanzania (TCRA), Semu Mwakiyanjala, explicó que todos los proveedores de contenido en línea que no hayan tramitado todavía su licencia tienen prohibido publicar desde ayer.
«El proceso de registro sigue activo. Hasta ahora, hemos registrado a 45 proveedores de contenido en línea y estamos en las fases finales del registro de otros seis que han completado todos los requisitos contemplados en la regulación», afirmó.
Pese a que, según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Tanzania (2015), el salario medio en esta nación del África oriental es de unos 155 dólares (132 euros) al mes, quienes publiquen en línea sin licencia se arriesgan a multas de hasta 2.180 dólares (cerca de 1.785 euros) o a penas de prisión que pueden llegar a un año.
Entre las obligaciones impuestas por la nueva ley está la de moderar todos los comentarios enviados en foros de participación antes de su publicación definitiva.
Algunas destacadas páginas ya se han visto afectadas por esta nueva normativa, como Jamii Forums, conocida como «el Wikileaks suajili», que ayer suspendió temporalmente sus servicios.
Pese a que los activistas aseguran que la medida retrotrae a Tanzania 50 años al pasado, la justificación de la TCRA es que el Gobierno no busca llevar a cabo acciones contra los proveedores de contenido, sino reconocer legalmente su trabajo.
Las tarifas se aplicarán a todos los foros de internet, blogs, emisoras de radio en línea y creadores de contenido audiovisual.
La norma cuenta con el aval de la Justicia tanzana, que finalmente falló a favor del Gobierno después de que varias asociaciones pro derechos humanos y medios de comunicación interpusieran un recurso contra su aplicación.
El Ejecutivo tanzano, dirigido desde 2015 por el presidente John Magufuli, lleva a cabo una campaña contra el discurso opositor, en el que los censores han empezado a atacar el contenido considerado sexualmente obsceno o relacionado con el discurso de odio.
De los 52 millones de habitantes de este país, un 44,2 % cuenta con acceso a internet y es activo en las redes sociales.
