EL NUEVO DIARIO, TAIPEI.- Taiwán pidió hoy a China negociaciones «sin condiciones previas», el mismo día en que los presidentes de Corea del Norte, Kim Jon Un, y el del Sur, Moon Jae-in, mantuvieron una histórica cumbre en la frontera.
El taiwanés Consejo de Asuntos de China Continental, encargado de la política hacia China, hizo hoy este llamamiento a Pekín en un comunicado en conmemoración también del 25 aniversario de las primeras negociaciones bilaterales celebradas en Singapur en 1993.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, dijo hoy a la prensa isleña que estaba dispuesta a mantener una cumbre con Xi Jinping.
«Creo que ningún presidente de Taiwán se negará a reunirse con el líder chino cuando no hayan condiciones políticas previas ni desigualdad entre las dos partes», dijo Tsai.
Refiriéndose a la reunión entre las dos Coreas, la presidenta dijo que estaba contenta de ver que sus líderes habían hecho su parte para fomentar la estabilidad y el desarrollo de la región.
«Estamos dispuestos a hacer cualquier cosa que fortalezca la paz y la estabilidad en la relación a través del Estrecho», agregó Tsai.
El organismo taiwanés instó a Pekín a «dejar de lado las diferencias» y entablar negociaciones pragmáticas sin exigir a la isla condiciones previas, como aceptar que es parte de China, al tiempo que criticó la intimidación diplomática y militar de China.
«La paz y las comunicaciones son factores clave para lograr el ideal de beneficios mutuos y prosperidad mutua para los dos lados del estrecho de Taiwán», dijo el comunicado.
Taipei denunció un incremento de la presión política y militar sobre Taiwán y también calificó una serie de incentivos chinos a taiwaneses como una estrategia política para obligar al gobierno a aceptar la unificación.
China cortó todos los canales de negociación con Taiwán cuando la presidenta del independentista Partido Demócrata Progresista, Tsai Ing-wen, tomó la presidencia en mayo de 2016, e intensificó su presión diplomática y las amenazas en caso de que la isla declare la independencia.
China ha reaccionado con mayores presiones y amenazas tras la aprobación de varias leyes a favor de Taiwán por parte de Estados Unidos, principal garante de la seguridad nacional de la isla con su Ley de Relaciones con Taiwán, por la que se comprometió a suministrar equipos defensivos a la isla en caso de ataque chino.
Washington aprobó que navíos militares puedan hacer escalas en puertos taiwaneses y también eliminar las restricciones de viajes de altos funcionarios de Estados Unidos a la isla y viceversa, lo que ha enfadado a Pekín.
China la semana pasada realizó unas maniobras militares con fuego real en el estrecho de Formosa, y una semana antes, otras en el mar de China Meridional, desencadenando temores en Taiwán.