EL NUEVO DIARIO, TAIPEI, PEKÍN, (EFE).- Taiwán expresó su "profunda insatisfacción y condena" por su exclusión de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), que lesiona los derechos de sus 23 millones de ciudadanos y crea un agujero en la protección mundial de la salud.
La Oficina Presidencial de Taiwán urgió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a considerar las aportaciones taiwanesas a la sanidad mundial y su objetivo universal, que va en contra de tal exclusión, según aseguró en un comunicado.
"Cualquier acción que excluya e incluso presione a Taiwán no sólo va en contra del objetivo de la OMS y es injusta para el pueblo de Taiwán, sino que también tiene efectos negativos impredecibles para la sanidad mundial", afirma la nota.
Asimismo, el Consejo de Asuntos de China Continental (CACC) taiwanés condenó a China por utilizar "razones políticas unilaterales" para ejercer presión sobre la OMS e impedir que invite a Taiwán a la asamblea.
EL CACC advirtió de que las trabas de Pekín a la participación de Taiwán en organismos internacionales hieren los sentimientos de los taiwaneses y afectan negativamente a los lazos bilaterales.
"Nunca sucumbiremos a la presión de Pekín, sino que seguiremos haciendo oír nuestra voz en la comunidad internacional y lucharemos por nuestro derecho a participar en la AMS y otras organizaciones internacionales", dijo el CACC.
Sin embargo, el Gobierno chino indicó que la condición para que Taiwán participe en eventos de instituciones internacionales es la aceptación del principio de una sola China.
Solo así, mediante "consultas" entre Taipei y Pekín, "podrán haber acuerdos para la participación de Taiwán en la asamblea", aseguró en rueda de prensa el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang.
Geng recordó que, mientras la isla ha apoyado el principio de una sola China, "el Gobierno chino ha llegado a acuerdos para la participación de Taiwán en asuntos de salud global".
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, no ha aceptado explícitamente este consenso desde que asumió el poder en mayo de 2016, por lo que China ha suspendido diálogos y negociaciones oficiales con la isla y ha bloqueado su participación en organismos internacionales.
