EL NUEVO DIARIO, RÍO DE JANEIRO.- Entre 1995 y 2018 fueron asesinados en desarrollo de su labor profesional 64 periodistas en Brasil y apenas la mitad de los casos fue solucionada por la Justicia, según informe divulgado este martes por el Consejo Nacional de la Procuraduría.
De acuerdo con el estudio, solo 32 casos han sido solucionados -es decir, su autoría fue descubierta y se dio inicio a una acción penal por parte de la Fiscalía-, mientras que otros 16 están en proceso y 2 más han sido parcialmente solucionados.
En otras 7 situaciones no se ha encontrado solución y en 7 casos más fue imposible obtener alguna información.
Según el informe, esto obedece, en buena parte, al lugar en donde fueron registrados los crímenes, ya que la mayoría de ellos ocurrió lejos de los grandes centros urbanos
«Esta circunstancia dificulta que los episodios lleguen al conocimiento de la población, quedando la repercusión de esos hechos limitada al territorio donde ocurrieron», señala el estudio.
A eso se suman la falta de recursos humanos y materiales de las autoridades judiciales que están ubicadas en los rincones más apartados del país.
Río de Janeiro, el estado más emblemático de Brasil, es también el más peligroso para los periodistas, con 13 comunicadores asesinados en los 23 años que analiza el informe, seguido de los estados de Bahía, con 7 casos, y Maranhao con 6.
De los casos ocurridos en Río, 5 fueron denunciados ante la Procuraduría, 6 aún son investigados y 2 investigaciones más fueron cerradas sin descubrir a los autores de los crímenes.
Según el estudio, no se han registrado crímenes contra periodistas en solo 8 de los 32 estados de Brasil (Acre, Amapá, Distrito Federal, Piauí, Río Grande del Sur, Roraima, Santa Catarina y Tocantins).
El año con el mayor número de muertes fue 2015, cuando se registraron 8 casos.
América Latina está entre las regiones más peligrosas para los periodistas, según un informe divulgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a finales del año pasado.
De acuerdo con el estudio de la Unesco, 182 periodistas fueron asesinados en todo el mundo en 2016 y 2017 y el lugar más violento para el ejercicio de la profesión fue la región de Asia y el Pacífico, con 54 asesinatos.
Le siguen los países árabes y América Latina y el Caribe. En cada una de estas dos regiones, hubo 50 muertes.
De acuerdo con el último ránking mundial para la libertad de prensa, divulgado a comienzos de mes por la ONG Reporteros Sin Fronteras, Brasil se situó en el puesto 105, cerca de la «zona roja» en la que está Venezuela y otros países en los que la situación es «difícil» para la prensa, como Burundi, Irak y Turquía.
