El ministro de Interior, Carlos Amarante Baret, ha dicho que quieren usar la Marcha Verde para desestabilizar al Gobierno, y así surge la teoría de la conspiración. Creemos que es posible que algunos puedan incurrir en excesos verbales, quizás sobredimensionando las posibilidades al ver miles de personas juntas promoviendo una causa justa como es el fin de la corrupción y la impunidad.
Todo ha sido en orden y frente a ese reclamo lo peor que pudiera hacer el Gobierno es imaginar fantasma, cuando en realidad lo que debe empeñarse es en satisfacer las expectativas de la población, más allá de los que salen a las calles.
Debe, además, usar este ambiente para fortalecer los controles y corregir inconductas.