En el tiempo en que vivimos es impensable creer que podemos manejar las instituciones de interés público con el silencio, pensando, quizás, que con el mismo se aminoran o se borran los problemas.
Es imposible gestionar en silencio una sociedad abierta y la ciudadanía usando las redes sociales. Pocas cosas no sabemos hoy aun cuando sea de manera parcial o distorsionada, justamente por falta de informaciones oportunas de las autoridades.
La delincuencia es un serio problema en el país desde hace muchos años y así ha estado apareciendo en los resultados de las encuestas. Este problema sólo se soluciona si establecemos los procedimientos para poner control. El silencio no borra esta realidad.