Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
23 de abril 2024
logo
OpiniónAna Gabriela RodríguezAna Gabriela Rodríguez

Siéntate en la mesa de los grandes sin miedo

COMPARTIR:

#AquiToSeVeBonito

¿Alguna vez has recibido ataques o cuestionamiento en diferentes escenarios laborales solo porque eres joven? Yo también.

No es un tema personal, es bueno que lo sepas, sino que parece ser uno de esos efectos secundarios que vienen con los años de experiencia, y es una actitud que en el futuro también nosotros deberemos procurar no asumir con quienes vienen subiendo.

Cuando alguien pone en duda tu talento o tus capacidades, la mayoría de las veces lo hace porque lleva un largo tiempo haciendo lo mismo que tú o porque no se ha sentado a pensar objetivamente que espacio para crecer y aprender hay para todos.

Muchas otras veces, los ataques vienen dados por actitudes nuestras, como jóvenes que vamos creciendo en nuestra vida profesional. ¿A qué me refiero? A sentimientos como el miedo y la inseguridad, que se nos reflejan en la cara y nos hacen presas fáciles. Otras actitudes que debemos corregir pueden ser la desinformación, la falta de enfoque, la poca curiosidad y la rebeldía sin causa.

Mientras más rápido identifiquemos si estamos cayendo en estas trampas, más eficientemente podremos superarlas para ofrecer una imagen más profesional a nuestros colegas de mayor experiencia y a nuestros contemporáneos también.

En mi caso, llevo un tiempo analizando los escenarios donde comparto la mesa con personas de gran conocimiento en mi área de trabajo, y lo que he descubierto me ha ayudado a crecer y a fortalecer mi rol en todo lo que hago.

Gracias a este análisis me he entrenado para llevar a cabo alguna acciones positivas para mi desarrollo: no buscar excusas para hacer todo lo que me da miedo, aunque esté aterrada de hacerlo; para preguntar, preguntar y preguntar (que se cansen, pero preguntar); observar lo que les funciona a otros, adaptar a mi esencia y ejecutar; compartir lo que he aprendido sin vergüenza y sin complejos de competencia; y decir lo que pienso de una manera constructiva.

Del mismo modo, he aprendido a solicitar feedback y estar preparada para recibirlo, sea algo positivo o algo a mejorar; a decirme todos los días “hoy aprendemos algo nuevo” y entusiasmarme por eso; a entender que no sabemos de mañana, por lo que debemos dar el 100% hoy; y a saber que el trabajo en equipo requiere de mucha inteligencia emocional, así que hay que trabajarla.

En mis líneas finales te cuento que la actualidad es multigeneracional, y por eso casi todos los escenarios combinan diversas mentalidades, ideologías y muchas cargas emocionales. Cuando entendemos esto y trabajamos duro en nosotros mismos, llegará un punto en que no nos etiquetarán por ser jóvenes, viejos, chiquitos o grandes; nos etiquetarán por ser colaboradores, seres de crecimiento y espíritus de evolución.

Y recuerda, con la mejor actitud, todo se va a ver más bonito.

Comenta

[wordads]