En política hay que tener bien claro que una cosa es la campaña, y otra muy diferente el ejercicio del poder o de una posición pública.
Por años los Senadores y Diputados han sido paño de lágrimas para miles de dominicanos pobres que no tienen como pagar una operación, comprar una medicina, detener un desalojo y enterrar un familiar entre muchas otras demandas de adeptos y del pueblo en general.
Los Senadores y Diputados, no los actuales, crearon lo que se conoce como el Cofrecito y el barrilito, unos recursos que el gobierno vía presupuesto de ambas cámaras tiene que darle pues ellos son los legisladores y así lo hicieron.
Candidatos del hoy partido de gobierno y de la hoy oposición son satanizados por una parte del país por no renunciar a esos fondos cuando algunos lo habían prometido, pero pasa que los legisladores tienen deudas, cuesta mucho la campaña, y compromisos de partido y seguidores que no pueden por ejemplo colocar en el gobierno y necesitan de esos recursos.
Pero igual es necesario que el Senado tenga asesores técnicos que sirvan a todos los Senadores y hagan uso de esos recursos, no la Senadora Faride Raful promotora y ejecutora de la idea, a quien veo objeto de odios y malquerencias propias de políticos incivilizados y frustrados, es cuanto!
POR GERMÁN MARTÍNEZ