EL NUEVO DIARIO, Miami.- El senador demócrata Bill Nelson solicitó este miércoles al Congreso de Estados Unidos apoyar un proyecto encaminado a sancionar a funcionarios nicaragüenses, «incluyendo» el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, como consecuencia de la represión a las protestas opositoras.
«Esta represión violenta contra los nicaragüenses es parecida a lo que vimos en Venezuela y no debe ser tolerada», manifestó el senador demócrata por Florida.
Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de los años 80, que ha dejado al menos 265 muertos, según la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz de Nicaragua, que ha sido criticada por diversos sectores que dudan de su trabajo y su independencia y que consideran que son más las víctimas.
«El Congreso debe aprobar nuestro proyecto de ley, que exige que EE.UU. imponga sanciones a los funcionarios nicaragüenses, incluyendo al presidente Ortega y su esposa», manifestó Nelson en su cuenta de Twitter.
El proyecto de ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua, presentado el pasado 18 de julio por el senador demócrata Bob Menéndez, busca imponer sanciones a los responsables de la violencia y los abusos contra los derechos humanos en Nicaragua.
Este martes los congresistas Ileana Ros Lehtinen y Mario Díaz-Balart hicieron un llamado a aprobar en el Congreso otra iniciativa, la denominada «Ley Nica», destinada a frenar los desembolsos internacionales a Nicaragua hasta que ese país celebre unas elecciones «libres, justas y transparentes».
La «Ley Nica» ya fue aprobada en la cámara baja, pero falta su tramite por el Senado.
De igual forma, los congresistas urgieron incluir a más funcionarios de Ortega en la llamada «Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos», que entre otras cosas autoriza a revocar o bloquear visados.
La crisis política en Nicaragua comenzó el pasado 18 de abril con protestas contra una anunciada reforma de la seguridad social, que posteriormente el Gobierno nicaragüense retiró, pero las movilizaciones continuaron con la exigencia de la renuncia de Ortega y Murillo.
Por EFE
