El mundo presenta un panorama bien oscuro en cuanto al suministro de alimentos a consecuencia del Covid-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Muchos productos han comenzado a desaparecer en algunos países, incluso en Estados Unidos se ha presentado escasez de leche en polvo para bebes.
Por la escasez de productos y el aumento de los precios de los combustibles, la inflación se ha convertido en el dolor de cabeza de los gobernantes, incluso ese indicador se colocó en mayo pasado en 8.6% en Estados Unidos, donde el presidente Joe Biden se ha visto precisado a quitar el impuesto estatal de un 18% a los combustibles, para frenar la escalada alcista de los precios de los derivados del petróleo y de otros productos.
República Dominicana no ha escapado de esa situación inflacionaria externa, aunque el mercado se mantiene abastecido de productos alimenticios y se ha detenido la inflación, que fue de apena 0,49% en mayo en relación con abril pasado, por el subsidio a los combustibles, entre otras medidas económicas tomadas por el gobierno del presidente Luis Abinader.
El panorama internacional presenta una gran oportunidad para nuestro país a través del aumento de la siembra de productos de primera necesidad para continuar abasteciéndonos y exportar a otros países.
Pongamos a parir la gran cantidad de tierra baldía que tenemos y hagamos de cada rincón del país un espacio de siembra de productos, para que, en vez de ser perjudicados por las situaciones creadas por la Pandemia y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, convertirnos en líderes regionales de la exportación de productos agrícolas y de algunos industrializados.
El plan Siembra RD, puesto en funcionamiento recientemente por el Gobierno dominicano, es una buena plataforma para respaldar más a los productores y concientizar a cada dominicano de la importancia de sembrar, aunque sea un pequeño conuco, para alimentarnos y vender más en el mercado internacional. Crezcamos en medio de las dificultades.
Por Daniel García Santana