Las calles de la ciudad de Santo Domingo muestran el activismo de un año que se apresura a concluir. Es obvio que las gestiones abundan y las personas andan ocupando todas las vías y por todas partes. Lo mismo ocurre en las principales ciudades de las provincias de la República Dominicana.
El tránsito está insoportable, pese a que se nota la presencia de los agentes en acción permanente, dirigiendo el tránsito y bregando con la conducta ciudadana.
Por lo regular se puede medir la dinámica de la economía con el movimiento del tránsito. Y es lógico que la entrega de la “regalía pascual” desde el sector oficial como del privado, está moviendo las compras y las operaciones. Ayudemos con una mejor conducta.