A pesar de que Felucho Jiménez aseguró que el presidente de la República, Danilo Medina, lo autorizó para que hablara en su nombre y comunicará que él no aspira a reelegirse en el año 2020, desde hace unos días empezó a circular en los medios de comunicación, diferentes escritos respecto a la posible reelección del Presidente Danilo Medina.
Parecería mentira que a dos años de ser modificada la constitución con el mismo propósito, sea el Senador por Azua, Rafael Calderón que abra la caja de pandoras al referirse a una nueva modificación si el mismo optara por reelegirse otro periodo. Al respecto también se pronunció la Coordinadora Bloque Progresista Maritza López, quien afirma “PLD y el pueblo son los que tienen que decidir sobre reelección”; seguido de afiches reeleccionistas en el último acto de la secretaria de Participación Comunitaria del PLD.
Solo hace falta un poco de sentido común para darse cuenta que en las circunstancias en la que nos encontramos, plantear el debate sobre la reelección es agregar otro ruido imprudente e innecesario a la gestión del Presidente, hablar hoy de reelección en sí, es un error grave. Pongamonos donde debemos estar, defendiendo y promoviendo las ejecutorias y las obras de los gobiernos del Presidente Medina y el PLD.
Por otro lado, el 2020 se pronostica como un año de importantes cambios en la configuración política del país, se alcanza a ver un votante más exigente y más consiente, un votante que demanda de políticos éticos y de nuevas caras, pero a pesar de esto en el PLD no se puede ver ningún proyecto sólido, con perspectiva y sin miedo. Tenemos que detenernos a pensar cuando decimos que en el PLD no se da paso, sería interesante ponderar que no existe un prospecto capaz de sacrificarse como lo hizo Danilo Medina en 2007, cuando se apartó del Gobierno de Leonel Fernández en aras de construir un proyecto independiente y un discurso propio. Se ve difícil renunciar a las comodidades de la nómina pública, se busca un relevo vivo o muerto.