Los movimientos de rotación y traslación del planeta parecen tener un límite. Por todos los peligros que acechan a la humanidad, el mundo en cualquier momento podría llegar a su fin, pues como dice la canción, “la tierra está cansada de girar”.
Sin especulaciones, y tomando como soporte los informes científicos de hoy día, la vida humana se encuentra en la encrucijada de la arepa, esto es, “… candela por arriba, y candela por abajo…”
Si al mundo no lo destruye la avaricia de las personas y naciones, que liquidan vilmente la flora y fauna por la explotación sistemática de los recursos no renovables, lo destruirán fenómenos espaciales que vendrán del cielo, y se estrellarán contra el magma del planeta, originando el fin de la vida humana.
Indefectiblemente que el Apocalipsis llegará, si no por una, será por otra causa. Aunque no es la primera vez que la vida sobre el planeta termina. Cientos de millones de años atrás la existencia desapareció en varias oportunidades, para luego renacer.
La más reciente de las desapariciones masivas ocurrió hace 65 millones de años, cuando dos meteoritos colisionaron al planeta, y la erupción volcánica en lo que hoy es el continente asiático, liquidaron todo lo que tenía vida en unos cuantos años.
El 75 por ciento de las especies de esa época fueron borradas de la faz de la tierra, entre estas los dinosaurios, que nunca más se reprodujeron.
A raíz de la catástrofe de hace 65 millones de años, la fotosíntesis de las plantas se hizo imposible, lo que envenenó el aire, extinguiéndose casi en su totalidad toda la flora planetaria. Ni los fuertes ni los débiles sobrevivieron a la matanza.
El mortal impacto de los bólidos espaciales caídos para esa época, y la erupción del volcán, impidieron la llegada de los rayos solares, lo que produjo noche de más de un año, siendo esa oscuridad la más larga y exterminadora registrada por los anales de la historia.
Pero a partir de ahora, esa hecatombe de hace 65 millones de años será un juego de niños comparado con las amenazas que penden sobre la humanidad. El mundo está rodeado de peligros inminentes.
Tanto los asteroides Apophis como Bennu hacen sus movimientos y se desplazan al acecho, buscando traer la muerte y destrucción de la raza humana. En el caso de Apophis, quizás éste no choque con la Tierra en el año 2036, pero luego de esa fecha podría impactar el globo terráqueo.
Igualmente el mortal Bennu, que cada 6 años ronda el planeta como su buscara una fecha y un milenio futuro, e imitando el futbol, arremeter cual si fuera un delantero cuando busca aprovechar el descuido de un portero para golear.
¿Se salvará la humanidad de todas las acechanzas que buscan el final de la vida humana? Quizás nadie en este instante pueda precisarlo a ciencia cierta. Pero de que llegará,…….démoslo por seguro.