(Leges Mutandae Sunt)
Parece que el presidente de FAPROUASD, Santiago Guillermo, quiere secuestrar definitivamente todo lo que sea la democracia sindical en el gremio de profesores de la UASD. Al igual que su antecesor Ismael Peralta, él y su equipo quieren que los profesores no participen en asambleas bien organizadas y con debates de los temas importantes que afectan a los profesores, como por ejemplo: el seguro médico, los fondos de pensión y los salarios.
Durante la desastrosa e infausta gestión del anterior rector Iván Grullón quería tener las confrontaciones contra las autoridades, con poca preocupación por discutir con las mismas, llamar a huelga sin que los profesores participaran en las discusiones para tomar o no esa decisión. No tomaba en cuenta que la huelga es el último recurso al que debe recurrir un sector laboral, pero después de agotar todos los otros canales.
Es cierto que la gestión de Grullón ha sido la más irracional de todas las que ha tenido La Universidad, pero en lo personal Santiago Guillermo era como un émulo que imitaba al rector, como también lo estaban siendo los vándalos encapuchados que entraban al campus universitario para romper vidrios de carros que pasaban por la periferia universitaria.
Lo que pasa es que Santiago Guillermo no entiende ni el ABC del sindicalismo; fue elegido a la presidencia de FAPROUASD porque supo asegurarse de que una cuota importante del profesorado lo apoyara para tal fin, pero esos profesores de manera inconsciente votaron por él, sin saber que él no era apto para jugar el rol que debe llenar el presidente de un sindicato o que ellos los que votaron poco o nada no le importa el sindicato de profesores.
El presidente de FAPROUASD y su equipo se destaparon con la convocatoria a una Asamblea General Estatutaria para la Reforma de los Estatutos de ese gremio para el día 12 de septiembre de 2018. ¿Qué se pretendía reformar o cambiar en los estatutos de dicha entidad sindical? Aparentemente, modificar el artículo 17 sobre los órganos de FAPROUASD y la duración de las directivas electas, el artículo 23 en un párrafo sobre la convocatoria a asamblea y el Quorum, el artículo 26 sobre los integrantes del consejo superior de directivas, el artículo 27 sobre las atribuciones del consejo superior de directivas, el artículo 30 sobre la elección del comité ejecutivo de FAPROUASD y si deben ser preferiblemente los electos de las asociaciones o por lo menos haber sido candidatos en las asociaciones, el artículo 31 sobre el procedimiento para votar de plancha única u otros métodos, el artículo 36 sobre los cargos de la federación de asociaciones de profesores y el artículo 53 sobre los cargos directivos de las asociaciones de profesores. Las modificaciones que se proponen, en gran medida, se refieren a correcciones de estilo en los estatutos de FAPROUASD.
Tales propuestas de modificaciones de los estatutos de FAPROUASD, llaman la atención y el rechazo hasta por la presentación en forma poco explícita en su discurso, ya que se trata de un cuadernillo donde las explicaciones faltan. Parece que el presidente de FAPROUASD cree que los profesores de la UASD adolecen de una estulticia, los quiere tratar como si estos fueran ignaros. Pardiez mi señor, en qué mundo es que estamos viviendo.
El presidente de FAPROUASD pretende creer que los profesores de la UASD no se dan cuenta de que él quiere burocratizar más aún el sindicato de ellos, tal vez buscando obtener algunos privilegios para él y sus allegados y no pensar nunca en las reivindicaciones colectivas del profesorado de la UASD.
Lo peor de semejante adefesio de reforma estatutario, es el esperpento de introducir 11 nuevos artículos que aparentemente eliminan otros tantos de 54 artículos, pero esto no está tan claro en el mal elaborado cuadernillo. El propósito aparentemente era que el profesorado votara favorablemente a la reforma sin saber lo que estaba haciendo. Véase lo que plantean en los llamados artículos nuevos, para que se vea si es o no es un modo de vida más burocratizado y de enquistamiento que pretende instaurar la actual directiva de FAPROUASD, tomando en cuenta que no son prioridades en medio de la actual crisis que tiene la UASD.
¿Qué se pretende con los nuevos artículos? Creación del Instituto de Investigación y Formación Pedagógica-Gremial, el Consejo Nacional de Disciplina de FAPROUASD (amplía los cargos y la burocracia sindical), Consejo Nacional de Comisaría (amplía los cargos y la burocracia sindical), Consejo de Administración del Club de Profesores (propuesta capciosa, ya que el club maneja recursos pecuniarios), sobre cambio de nombres de las asociaciones, sobre la no elección para dos períodos consecutivos de los miembros de cargos directivos, sobre sanciones a las ausencias a reuniones de organismos de FAPROUASD, sobre la necesidad de ser residente para optar por un cargo en las asociaciones de centros regionales, sobre la inclusión en los estatutos de la asambleas generales eleccionarias y estatutarias, sobre la creación y actualización de reglamentos correspondientes a esos nuevos organismos y asambleas y sobre el voto electrónico para las asambleas generales eleccionarias y estatutarias.
Esto es insólito, sobre todo lo del voto electrónico. Pero todo lo demás referido en el párrafo anterior parece algo absurdo. Parece que el presidente de FAPROUASD y su grupito pretenden enquistarse en los cargos, aparentemente porque creen que FAPROUASD es una tienda mall, o un gran supermercado, no la quiere ver del tamaño de una pulpería o de un colmado. El sindicato no debe ser para una burocracia enquistarse y tener algunos privilegios; el sindicato es para defender a un sector laboral, pero tampoco el sindicato es para proteger a lumpenes proletarios que no quieran trabajar dignamente y por el contrario quieran medrar.
Es necesario que las asociaciones de profesores unifiquen criterios, con la finalidad de propiciar un clima electoral, para reemplazar la directiva de FAPROUASD, pero para que esta se convierta en un sindicato democrático que defienda los intereses de lo profesores uasdianos. Es hora de que la sangre nueva llegue a FAPROUASD y esta se convierta en un sindicato democrático y digno para los trabajadores académicos.
Por Francisco Rafael Guzmán F.