EL NUEVO DIARIO, MOSCÚ.- El Kremlin está dispuesto a estudiar un posible canje de los marineros ucranianos detenidos durante el incidente en el mar Negro en el que guardias fronterizos rusos apresaron tres buques de la Armada ucraniana y a sus 24 tripulantes, indicó hoy el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
«Si hay propuestas específicas en este sentido ciertamente las consideraremos», dijo Peskov en su rueda de prensa, en la que insistió no obstante en que ello no quiere decir que habrá una respuesta positiva.
El fiscal general de Ucrania, Yuri Lutsenko, dijo el martes a la prensa en Odesa (mar Negro) que el país dispone de «más de 300 personas declaradas culpables de actividades contra el Estado que podemos ofrecer para un intercambio».
De momento, el proceso judicial contra los 24 marineros detenidos y trasladados recientemente a Moscú continuará, pese a las presiones de Occidente para que Rusia los libere inmediatamente.
«El proceso está en marcha y continuará», recalcó Peskov.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó el martes medidas cautelares a favor de los marineros detenidos, al pedir a Rusia que proporcione tratamiento médico adecuado a aquellos tripulantes que lo necesiten, incluido cualquiera que pudiera haber resultado herido en el incidente en el mar Negro.
La comisaria de Moscú para los Derechos Humanos, Tatiana Potiaieva, indicó el martes a la agencia rusa Interfax tras visitar a los tripulantes encarcelados que los tres marinos heridos reciben toda la atención médica necesaria en la cárcel moscovita y que «nada está amenazando su salud».
Según dijo, los marineros apresados tienen heridas en sus piernas y sus brazos y todos reciben antibióticos, y, en caso necesario, analgésicos.
Igualmente indicó que ninguno de los marineros se ha quejado de la atención médica y que reciben ropa adecuada para el invierno y pueden acudir al patio exterior para ejercitarse.
Eso sí, han pedido poder comunicarse «de nuevo» con sus familiares.
El TEDH también mantuvo el martes su solicitud a Rusia para que Moscú proporcione información «factual» sobre el destino y el estado de salud de los marineros, un requerimiento que tenía que haber cumplido hasta el lunes.
Sin embargo, Moscú aún no ha respondido al TEDH, aunque prometió hacerlo en un plazo «razonable».
Mientras, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que considera a los detenidos «prisioneros de guerra», ha amenazado con denunciar a Rusia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el «acto de agresión» cometido por este país en el mar Negro.
El mar interior de Azov es compartido por ambos países en virtud de un acuerdo bilateral firmado en 2003, que garantiza la libertad de navegación de las embarcaciones por el estrecho de Kerch, que lo comunica con el mar Negro.
Rusia mantiene que sus guardacostas abrieron fuego contra los tres buques cuando estos avanzaban «directamente» con rumbo al puente de Crimea, que considera está en aguas suyas y que une la península con la Rusia continental.
En cambio, Ucrania asegura que sus barcos fueron apresados con 24 tripulantes a bordo cuando hacía varias horas que habían abandonado la zona del estrecho de Kerch y navegaban con destino a su puerto de origen, Odesa, en el mar Negro.
