EL NUEVO DIARIO, MOSCÚ. Rusia no tolerará más provocaciones en las aguas de Crimea, como el incidente que protagonizó en pasado mes de junio el destructor británico HMS «Defender», advirtió este miércoles el secretario adjunto del Consejo de Seguridad de la Presidencia rusa, Mijaíl Popov.
«Ese tipo de acciones será rechazado con métodos de máxima dureza, independientemente del Estado al que pertenezca el trasgresor», dijo Popov en una entrevista con el diario gubernamental «Rossíiskaya Gazeta».
El alto cargo ruso calificó de «provocación premeditada» el incidente con el destructor británico, que el pasado 23 de junio se adentró según Moscú 3 kilómetros en aguas de Rusia, mientras que Londres aseguró que el buque realizaba un «tránsito de rutina» de la ciudad ucraniana de Odesa hacia Georgia a través del mar Negro.
«Les sugerimos a nuestros oponentes que mediten muy profundamente si vale la pena llevar a cabo este tipo de provocaciones, habida cuenta de las capacidades de las Fuerzas Armadas de Rusia», añadió.
La Flota del Mar Negro de la Armada Rusa declaró que efectuó disparos de advertencia después de que el HMS «Defender», que navegaba al sur del cabo Fiolent, de Crimea, no reaccionase a los llamamientos de la parte rusa a retirarse.
Por su parte, Londres negó que los rusos hubieran disparado contra el destructor, y aseguró que el navío entró en un «corredor de tráfico internacionalmente reconocido y salió del mismo de manera segura».
Popov indicó que a juzgar por las declaraciones de las autoridades del Reino Unido, que sostienen que insistirán en el principio de la «libre navegación», no se descarta que continúen las «acciones provocadoras de buques británicos».
«Lamentablemente, las fuerzas navales de los países de la OTAN han sido elegidas como instrumento de presión y provocación contra Rusia usando una interpretación arbitraria del derecho marítimo internacional y de las tradiciones de navegación», agregó.
