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25 de abril 2024
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OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

Rubén Arturo Silié Valdez: Dignísimo dominicano

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No soy hombre dado a ser muy lisonjero con las personalidades muy públicas,  pero sí de decir la verdad y más si se trata de las personas que tienen en lo alto el concepto de la justicia social.  En declaraciones reseñadas por el periódico Diario Libre del viernes 11/11/2022, según lo que le atribuye dicho diario, Rubén Silié, a quien se le puede considerar un vicecanciller de la dignidad dominicana, declara  que a la República Dominicana como país soberano le asiste el derecho de restringir la entrada de extranjeros que no cumplen con la ley de migración, y que está repatriando la migración masiva de haitianos, pero no sin cumplir con las leyes y las normativas establecidas en el derecho internacional. ¿Es Rubén un antihaitiano? El que  diga que es antihaitiano será un orate, puede que alguien se atreva a decirlo, pero él no es eso.

Lo que ocurre es que Silié defiende la soberanía de nuestro país, se puede decir que el también cree que el pueblo haitiano se merece vivir con un Estado de menos malestar, pero también sabe que esa situación de tantos malestares la provocado la burocracia gubernamental y élite política haitianas, aunque tiene su raigambre en la sociedad esclavista instaurada por una potencia colonial en ese país y el tratamiento de esta a su excolonia posteriormente. Silié conoce muy bien la historia del Caribe y es un hombre de muchas luces. Es por eso que Rubén da esas declaraciones, porque tiene grandes conocimientos de causa.

Aunque no he tenido tanta cercanía en la amistad con él,  me atrevo a decir que es un hombre portador de una gran conciencia social, con un alto sentido de la justicia, hombre de sólidos  (no líquidos) valores éticos  y un intelectual muy capaz.

Rubén sabe que hay diferencias culturales de identidad entre los dos pueblos hermanos y sabe que es una irracionalidad por parte de potencias extranjeras pretender fusionar a los dos países, pero además sabe que sólo regulando la migración e impidiendo la migración masiva, puede evitarse que migrantes haitianos que vienen aquí no reciban un salario igual que los dominicanos por igual trabajo y no sean tan maltratados por los capitalistas dominicanos. Dale a Dios lo que es de Dios y César lo que es de César.

Aunque no tenga vínculos cercanos con él, he dicho que Rubén Silié es un hombre que da la talla en las funciones que asume, esto significa que se desempeña bien en cualquier cargo o curul que ocupe. Eso que acabo de afirmar se lo he dicho a varios profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.

Es bueno que quede claro que tanto Rubén como Roberto Cassá, ya que ambos han asumido  posiciones parecidas en cuanto a la migración haitiana, las cuales las comparte con ellos quien escribe, no quieren que los haitianos emigren en masa a nuestro país porque seguirían siendo explotados cada vez peor (con salarios muy bajos) y sean  mancillados, macerados y hasta finalmente ser esquilmados como fuerza de trabajo. La vida de un haitiano sería más breve si no se regula la migración.

Parece que aquello de que de tal palo tal astilla, muchas veces es una gran verdad. Digo esto porque Rubén es hijo de un uasdiano de pura estirpe, un hombre que por lo visto tenía grandes valores humanos: el Dr. Don Fernando Silié Gatón. Recuerdo lo que he leído sobre un infausto evento ocurrido en los infaustos 12 Años de Balaguer, cuando apareció cadáver o un moribundo cerca de la Facutad de Ciencias Económicas y Sociales y Don Fernando se dispuso a levantar el cadáver o el moribundo y llevarlo a la morgue de un hospital, dejándolo preso o detenido a él.

El día del golpe de Estado a Bosch, según Tony Raful escribió en un artículo, en el local de la Academia Renacimiento que la fundarían Don Fernando y su esposa Eridania se iba a llevar a cabo una reunión del 14 de Junio, pero se generó una confusión porque se creyó que iba a ser allanado ese local, Manolo Tavárez se escabulló y la reunión seria suspendida por la creencia falta de que todos caerían presos, pero no hubo allanamiento.

Don Fernando y su hijo Rubén, quien fue mi maestro, son de los mejores de los nuestros. Pocos son los seres humanos con esas excelsas cualidades. Rubén es de lo creen en un mejor destino para el pueblo haitiano.

 

Por Francisco Rafael Guzmán Fernández

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