EL NUEVO DIARIO, MADRID.- El exgobernador de Puerto Rico (1993-2001) y presidente de la delegación de ese estado libre asociado en Washington, Pedro Roselló, afirmó que el territorio «es vivo ejemplo de cómo el Congreso está gobernando de manera colonial e imperial sobre sus territorios no incorporados».
En un artículo publicado en Firmas de EFE (www.efedocanalisis.com/category/firmas/), Roselló recuerda que Puerto Rico es «el más poblado y grande de los territorios estadounidenses» y, sin embargo, Washington «ha prestado oídos sordos a los reclamos de democracia y derechos civiles de los ciudadanos americanos (estadounidenses) que residen en su territorio».
El representante de Puerto Rico en el Congreso de EEUU explica que si bien a los habitantes de la isla se les concedió la ciudadanía estadounidense en 1917, «el Congreso ha regido sobre la isla con poderes plenarios, y el gobierno territorial y sus leyes se han mantenido subordinados al capricho de Washington».
«Esta subordinación imperial impide que los ciudadanos de este territorio americano voten en las elecciones nacionales, lo que los priva de tener una voz al momento de elegir al presidente, vice presidente y los miembros del Congreso», agrega.
Y lamenta que, mientras tanto, muchos jóvenes puertorriqueños «han luchado y servido honrosamente en cada conflicto bélico de Estados Unidos desde la Primera Guerra Mundial».
Roselló denuncia que esta situación colonial se mantiene pese a que la mayoría de los puertorriqueños se han pronunciado en contra hasta en dos plebiscitos durante los últimos cinco años.
«En el 2012, un 54% del electorado votó en contra del actual estatus colonial, y el 61% eligió la estadidad como la mejor opción para su futuro político», remarca, para agregar que «estos resultados han sido ignorados por el gobierno federal».
El 11 de junio de 2017, en otra consulta, «el 97% de esos votantes favoreció la estadidad para Puerto Rico», agrega, para manifestar que «para colmo de males», el Congreso de EEUU impuso sobre Puerto Rico una Junta de Supervisión Fiscal, «con el único propósito de controlar desde la capital federal las finanzas de la isla».
«La democracia americana está fallando en sus propios territorios (?). Llegó el momento de que Estados Unidos deje de actuar como un poder imperial y se mire en el espejo para que vea la imagen real de su democracia», manifiesta Roselló, para concluir que «llegó la hora de que Estados Unidos renuncie a su imperialismo moderno».
